ZARAGOZA |Germán Valera firmó un gran partido frente al Racing de Santander. El extremo murciano fue el autor del gol que puso las tablas en el marcador. Además, en los 80 minutos que disputó, fue un quebradero de cabeza para toda la defensa racinguista a causa de sus incansables galopadas y rápidos regates.
Valera es un extremo de verdad, de los que levantan las gradas cada vez que se echa a correr. De los que se encuentran más a gusto en las jugadas individuales. El regate es su mayor baza y no duda en explotarlo. Si no, que le pregunten a Saúl García e Íñigo Vicente, que para conseguir pararle tuvieron que recurrir a no dejarle jugar. Fue el foco de innumerables faltas que inexplicablemente no se pitaron. El extremo del Racing no dejó en paz a él y a Luna y se fue impune del encuentro. Por parte de Saúl García, golpeó con el codo al jugador cedido por el Atlético de Madrid. Otra que el árbitro no vió pero que acabó con tarjeta por la acción posterior de Saúl García al acercarse a por Valera en el suelo.
Valera recibió por todos lados. También al inicio del encuentro cuando pudo haber provocado un penalti que García Verdura obvió. Su actuación durante toda la primera parte fue merecedora de premio, y así fue. Toni Moya sacó un buen centro desde tres cuartos de campo que despejó la defensa del Racing. Fue el extremo quien aprovechó el rechace y de primeras colocó un balón raso que batió a Jokin Ezkieta.
Esta ha sido la segunda titularidad de Valera con el Real Zaragoza desde que llegó cedido por el Atlético de Madrid. Tras este partido, no parece que vaya a cambiar su condición de titular. Sin embargo, su velocidad y su habilidad con el regate le merman mucho físicamente. Hoy, en los minutos finales se le vio exhausto hasta su sustitución en el minuto 80 por Sergio Bermejo. El extremo murciano ha cuajado buenas actuaciones siempre que ha salido al terreno de juego. Es un agitador del balón que no deja de incordiar al rival hasta que sus piernas no dan más.