El último día del mercado de fichajes fue de infarto para la SD Huesca que, a falta de dos minutos para el cierre, anunció el fichaje de Sandro Ramírez. Las dudas, e incluso el descontento, inundaron las redes sociales con comentarios de aficionados que se sentían decepcionados por el jugador elegido para reforzar el ataque. Pero, lo cierto, es que no es la única vez que ha ocurrido esto, la llegada de un viejo talento olvidado que vaga por las ligas sin encontrar su camino; y que en la SD Huesca, lo logra encontrar.
No es nada nuevo si decimos que el conjunto azulgrana es un verdadero trampolín para los futbolistas hacia el primerísimo nivel competitivo. Ejemplos como Mikel Rico, Rubén Castro, el propio Andrés Fernández, David López, Machís, Samu Sáiz… O en los últimos años con el ‘Chimy’, Moi Gómez, el ‘Cucho’, Miramón o Melero, demuestran que el Huesca es un buen escaparate.
En todos estos casos, se trató de jugadores que tenían todo el potencial para dar el paso definitivo hacia el fútbol de Primera División. Sin embargo, la entidad altoaragonesa no es solo un equipo trampolín, sino también, un club resucitador. Es cierto que ha habido fracasos, futbolistas que continuaron con la línea decepcionante con la que ya llegaban como Semedo, Rescaldani, Longo o Scardina; pero intentemos ver el lado bueno de las cosas.
El caso Mérida
Hace cinco años, en una SD Huesca de Segunda División ‘B’, llegó un centrocampista llamado Fran Mérida. Con 25 años, su prometedora carrera se había estancado totalmente. Desde su inicio prometedor con el Arsenal, donde muchos recordarán el golazo que metió al Liverpool para que los gunners se llevaran la victoria, muchos le vaticinaron un gran futuro.
Sin embargo, no llegó a cuajar en los planes de Wenger convirtiéndose en un activo cedible cada temporada tanto en el conjunto londinense como en el Atlético de Madrid. Después de no poder asentarse en el fútbol español, donde en ninguna temporada alcanzó los 20 partidos jugados, se marchó a la liga brasileña. Jugando tan solo 12 partidos, parecía que la carrera de Fran Mérida se hundía como el Titanic… Hasta que su camino se cruzó con el del Huesca en el mercado invernal del 2015.
El resto, es historia. Pieza clave en la vuelta del equipo a la categoría de plata, 60 partidos como azulgrana, 10 goles y 4 asistencias con un rendimiento soberbio en Segunda División. Mérida volvió a ser ese jugador que todo el mundo esperaba, volvió a brillar gracias a la SD Huesca. Con mucha pena, la afición azulgrana tuvo que despedirse de él al final de su segunda temporada. El barcelonés se marchó al Osasuna donde alcanzó el pico de su carrera y logró lo que tanto le había costado: asentarse en la Primera División Española como un fijo.
Operación recuperar al mejor Sandro
Sandro Ramírez llega en un mar de dudas a la SD Huesca. Desde la temporada 2016/2017 en el Málaga en Primera División, no ha vuelto a rendir a su mejor nivel. La marcha al Everton cortó por completo el buen estado de forma que demostraba desde su irrupción al fútbol profesional con el Barcelona donde prometía ser “el nuevo Pedro”. Sin embargo, la famosa ‘MSN’ (Messi, Suárez y Neymar) le privaron de tener un mayor desarrollo en el equipo catalán.
Las cesiones al Sevilla, a la Real Sociedad y al Real Valladolid no ayudaron al delantero canario que, con el conjunto pucelano en esta última temporada, logró romper una mala racha sin marcar de más de 700 días. Aun así, la directiva oscense confía en el potencial del jugador; prueba de ello es que ha firmado para las próximas tres temporadas.
La calidad que posee en sus botas es innegable, lo ha demostrado en muchas ocasiones. Tan solo necesita recuperar la confianza perdida y el olfato goleador, volver a sentirse un futbolista clave en su equipo. Es un jugador criado en La Masía y el juego de Míchel le viene como anillo al dado. Con un buen sistema que favorezca las jugadas entre líneas y con espacios, la SD Huesca podrá recuperar al mejor Sandro que se ha conocido. Es, quizá, de sus últimas oportunidades para demostrar que es un jugador de Primera; y por ello, no debe dejarla escapar. No juzguemos antes de los hechos, veamos primera cómo responde a este nuevo reto.