HUESCA | Si no hubiera sido un amistoso, Mosquera capitalizaría la victoria del Bada Huesca contra el Burgos sobre el 40×20 castellano. Bueno, y siéndolo, también. El lateral derecho ha sido protagonista en los dos amistosos disputados hasta la fecha por la tropa de Nolasco. Contra el Cherbourg se pudo ahorrar la última jugada en la que placó en el aire a un rival, pero, quizá, todo se explique con el gen ganador de un profesional. Aquello de que no les gusta perder ni a las canicas, aunque el rival sea un familiar. Contra el Burgos, el zurdo fue quien finalizó la jugada colectiva con un latigazo excepcional y en el último ataque del encuentro cuando el electrónico fijaba un empate a 29 tantos. El andaluz envió un zurdazo endiablado para mandar a la lona al siete castellano… y al rival que buscó frenarlo.
Las pretemporadas sirven para muchas cosas. Entre otras para ganar en confianza. Burgos debe tener el depósito a punto de rebosar. Le ganó a Valladolid, a Nava y le ha jugado de tú a tú a otro ASOBAl como es el Bada Huesca. Ya se sabe que lo bueno está en la competición, pero vayamos al tópico: quien siembra, recoge. Y el Bada sigue en progresión y qué decir de Burgos. Vale, también le puede caer una pedregada o que falte el agua cuando más lo necesita, pero este Burgos no solo tiene buenos jugadores. Muchas jugadas las ha trenzado con aguja de coser para poner en evidencia la defensa de Bada.
El siete altoaragonés llegó al partido –segundo amistoso en la misma semana- con una carga de trabajo más que notable. Y se quiera o no eso se nota. Es el sacrificio de ahora, para luego, en competición, sacar rédito a ese esfuerzo. No debe ser fácil entrenar y jugar contra un equipo francés en el mismo día, meterse una triple sesión al día siguiente, entrenar hoy mismo en Huesca y meterse en un autobús dirección a Burgos para jugar un partido. A ver, el doctor Sarasa siempre dice que los jugadores de balonmano están hechos de una pasta especial, pero todo ese esfuerzo hace que las piernas pesen y la toma de decisiones sean difíciles. Además, hay que administrar esfuerzos que tampoco es que sean irrompibles.
Nolasco quería ver sobre la pista del Burgos más cosas que contra el Cherbourg en Monzón. Se va de la localidad castellana con cierta sensación agridulce. “Ha sido un partido complicado por el cansancio, el viaje… y estar con la misma frescura que contra el Cherbourg no ha sido posibles. No podemos estar tan satisfechos por lo visto”, señaló Nolasco. El técnico, también buscó una lectura positiva: “Jugar así con esta carga de trabajo es para estar contento, aunque -matizó- hemos cometido muchísimos errores, hasta 18 no forzados”.
El Bada compareció sin Gucek, por motivos personales. Y tampoco estuvieron Dijà, Adrià Pérez y Óscar por lesiones o por resfriado en el caso del extremo catalán.