Tras haber participado en las duras clásicas de pavés del norte de Europa llega la hora del descanso activo para Jorge Arcas. En las próximas semanas volverá a retomar la competición en un calendario aún por definir.
Tras la campaña de clásicas por Bélgica y el norte de Francia, y la satisfacción que da el deber cumplido, es hora de volver a casa. Las mismas carreteras de siempre en los alrededores de Sabiñánigo esperan de nuevo a un ciclista que viene de hacer Flandes y Roubaix, y que salvo sorpresa de última hora en la alineación de Castilla y León, finalizará su primera parte de la temporada para iniciar un periodo de descanso activo y entrenamientos enfocados a estar de nuevo en las mejores condiciones físicas en las citas que le esperan en las próximas semanas.
Su calendario está aún por definir. Es seguro que no va a estar con Movistar en el tríptico de las Árdenas (Amstel, Flecha y Lieja), las carreras que en las próximas dos semanas cierran la temporada de clásicas de primavera. Pero tampoco es que haya nada interesante en el continente europeo para Movistar hasta la llegada a finales de abril del Tour de Romandia, la Vuelta a Asturias y el Giro de Italia, que comenzará a principios de mayo. Obviamente, y a excepción hecha de sus dos líderes, Valverde y Quintana, la participación del resto de ciclistas en estas pruebas es todavía una incógnita.
París-Roubaix
Este pasado domingo Jorge Arcas tuvo la suerte de poder participar en su primera París-Roubaix, la Reina de las Clásicas, el Infierno del Norte, o como queráis llamarla. De nuevo le tocó trabajar duro para el equipo en la cabeza del pelotón, más si cabe viendo lo mucho que costó formar la escapada del día y el altísimo ritmo que se llevó desde el inicio. Luego llegaron los sectores de pavés en los que “duelen las piernas, las manos y los brazos de verdad”, según nos comentó el propio ciclista serrablés.
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En una jornada de ciclismo espectacular, las caídas condicionaron el devenir de la prueba gala. Primero cortando a Sagan y Cancellara, más tarde echando por tierra a casi todos los Sky salvo a Stannard y finalmente acabando con las opciones de Cancellara en un cinco estrellas como Mons-en-Pévèle. También los Movistar sufrieron en sus propias carnes la crudeza de Roubaix. Fran Ventoso acabó con un profundo corte en la tibia por un freno de disco, pero la peor parte se la llevó Nelson Oliveira con fractura de clavícula y fisura en la cabeza del radio. Afortunadamente Arcas no sufrió ningún percance, pese a verlo de cerca “me pillaron varias caídas pero en ninguna llegué a tocar suelo”, declara el de Sabiñánigo. Quienes se libraron de percances fueron los hombres de cabeza que se jugaron el triunfo en un apasionante final, con la sorprendente victoria de un gregario como Mathew Hayman (Orica) que privó a un enorme Tom Boonen (Etixx) de hacer historia convirtiéndose en el único hombre con cinco Roubaix.
Pese a no llegar al velódromo de Roubaix por exigencias del guión, de hecho fue Erviti el único Movistar en llegar, Arcas se muestra muy satisfecho por la experiencia vivida en el norte Francia “es una clásica preciosa”, afirma. Se trata de una prueba que encierra numerosas dificultades aún con el terreno seco, pero todavía puede ser mucho peor si la lluvia hace acto de presencia, así que preguntado por ello responde con un “buff, no me lo quiero ni imaginar”. Ni yo.