La SD Huesca afronta una nueva semana con dos partidos en 5 días, ambos en El Alcoraz. El jueves recibirá al Albacete y lunes al Barcelona ‘B’ en duelos por objetivos muy distintos.
Si El Alcoraz quiere convertirse de nuevo en un fortín y un estadio a temer, la afición debe volver a resultar imprescindible. Las próximas dos nuevas finales en el feudo azulgrana suponen una ocasión perfecta para los de Rubi para retomar el liderato. La necesidad de coger oxígeno pasa por un Alcoraz donde conseguir los 6 puntos de 6 posibles devolvería la moral necesaria a los azulgranas para seguir luchando por el ascenso directo hasta final de temporada.
Los dos equipos que visitarán al Huesca lo harán con objetivos totalmente diferentes. El Albacete, quien viene de perder frente al Rayo Vallecano, busca una victoria que le certificaría la salvación casi matemática. El Barça ‘B’, no obstante, sufre una racha similar a la del cuadro altoaragonés: no conoce la victoria desde el 18 de febrero y encadena 7 partidos sin ganar. Con solo un punto sobre el descenso, el filial blaugrana ansían una victoria que le auparía a los 40 puntos.
La posibilidad de vencer en dos encuentros consecutivos en casa daría alas al Huesca. La última vez que los oscenses jugaron dos partidos seguidos lo hicieron a domicilio y no consiguieron ni un punto. Las derrotas dolorosas y frente a rivales directos como Real Valladolid (3-2) o Rayo Vallecano (3-0) dejaron tocado a un equipo que desde entonces no ha vuelto a vencer. Los posteriores 3 empates y 2 derrotas relegaron al Huesca del primer puesto de la categoría de plata en favor de un Sporting de Gijón que se lo ha ganado a pulso.
Puede suponer un punto de inflexión el hecho de volver a la senda de la victoria, en El Alcoraz, y consiguiendo ganar dos encuentros seguidos. Obtener el pleno de puntos en ambos partidos retornaría al Huesca a lo más alto y devolvería la ilusión a la afición. Tan sólo restan 9 encuentros de Liga y quedan salidas muy complicadas, por lo que restituir el fortín en El Alcoraz supone una imperiosa necesidad para terminar en la cúspide de la clasificación.