La SD Huesca se marchó de Anoeta con la sensación de haber podido rascar algo más que un empate. Tras una competitiva primera mitad en la que los azulgranas tuvieron mejores ocasiones que el rival, los de Francisco amarraron un punto que no refleja ningún cambio en la clasificación pero que inyecta de moral a un equipo hundido tras las dos últimas y duras derrotas.
La realidad es que el partido dejó notas positivas para los altoaragoneses, pues lograron varios hechos que no se habían conseguido hasta ahora. 21 jornadas le ha costado al Huesca dejar la portería a cero y lo cierto es que la Real Sociedad tampoco creó mucho peligro sobre la meta oscense. La mejoría defensiva de los oscenses se palpó sobre el terreno de juego y la defensa de cinco hombres fue el punto de apoyo para Francisco.
El trío de centrales formado por Pulido, Etxeita e Insua estuvieron notables ante Willian José y Oyarzabal. Quizás el más destacado de los tres fue Insua, a quien se le vio con rapidez y con una colocación exquisita. Estuvo muy pendiente del delantero brasileño y lo cierto es que le borró por completo.
Posesión escasa
El conjunto txuriurdin tan solo remató una vez entre los tres palos y Santamaría completó el partido más plácido desde que está en el equipo. Además, el conjunto azulgrana concedió 8 remates, pero todos ellos sin peligro. La posesión de los locales (68%) no se tradujo en buen juego y se vieron ante un muro defensivo indestructible.
Otro de los puntos positivos que dejó el empate de ayer fue el hecho de volver a sumar, y lo que es más importante aun, fuera de casa. El Huesca no sumaba lejos de El Alcoraz desde la jornada 2 frente al Athletic Club. Además, Francisco conseguía en Anoeta su primer punto como visitante.