ZARAGOZA | El Real Zaragoza se prepara ya para el comienzo de una nueva era. Sin Víctor Fernández y con la llegada de nuevos fichajes (Kervin Arriaga, el primero), los blanquillos se encuentran a tiempo de mejorar su situación. Tras un inicio ilusionante, el conjunto maño se hundió en una grave crisis a todos los niveles. Ahora, ocupan el undécimo puesto de la clasificación, y pese a encontrarse a sólo 6 puntos del playoff, las sensaciones no han sido buenas. Adrián Liso es un claro ejemplo de ello.
El canterano fue, sin duda, la sensación de la pasada campaña. Irrumpió de forma estelar en el primer equipo con actuaciones y momentos clave para que el Real Zaragoza lograra la permanencia. Un auténtico golazo durante el derbi en El Alcoraz lo consagró como la nueva perla blanquilla. Su rasmia, su ambición y su magia lo convirtieron en el favorito de la afición. No obstante, al atacante maño también le salieron varias ‘novias’, y durante el verano se le vio envuelto en cientos de rumores.
Toda la Segunda División se lo rifó y varios clubes del extranjero preguntaron por su situación. Como era obvio, desde Primera División también se realizaron unas cuantas ofertas. La más importante de ellas provino de Getafe. Los de Bordalás estuvieron dispuestos a ofrecer hasta 6 millones de euros por Liso. Sin embargo, su deseo fue quedarse en casa para triunfar con el equipo de su vida.
Por ello, parecía que esta temporada sería en la que Liso por fin se perfilara como uno de los atacantes con más futuro del fútbol español. Nada más lejos de la realidad. Acumula 4 goles y una asistencia, pero lo cierto es que no parece el mismo jugador. Apático, fallón y en ocasiones chupón, Adrián Liso parece ser la viva imagen de la crisis del Real Zaragoza. Tanto es así que ha perdido la titularidad y, cuando ha gozado de ella, La Romareda lo ha despedido con pitos y abucheos en varias ocasiones.
Pese a ello, no se debe olvidar que Liso sigue siendo uno de los jugadores más talentosos de los que dispone el Real Zaragoza. Acabará reencontrándose con su mejor versión, no cabe duda de ello. No hay mejor momento para que lo haga, pues el conjunto blanquillo se enfrenta a una nueva etapa y debería tener más hambre que nunca. El mejor Liso es necesario para acercar a los maños al ascenso, por lo que un reset a tiempo es la única opción.