La tercera edición de la Vuelta a la Ribera del Duero no va a tener un grato recuerdo para el equipo Turismo Villanúa-Cava Gran Ducay-CC Barbastro. Todo iba encarrilado cuando… todo descarriló. Cosas del deporte. No queda otra que pensar así. Si el maillot de Metas Volantes estaba casi garantizado en Pablo Castrillo merced a una escapada de 70 kilómetros junto a otro corredor, en la siguiente etapa un pinchazo le dejó fuera al perder bastante tiempo.
Además, la radio de la vuelta no avisó de la avería mecánica por lo que el equipo no se enteró cuando debía. La Vuelta a la Ribera del Duero constó de 4 etapas. Se abrió con una crono por equipos donde Pau Miquel tuvo un percance que le hizo cambiar la bicicleta, perdiendo más de 2 minutos, puesto que sus compañeros tuvieron que parar a esperarlo. La segunda tuvo la salida en Aranda de Duero y meta en San Esteban de Gormaz de 91,2 kilómetros. Lo más destacable fue la fuga de Pablo Castrillo que le validaba para ese maillot de Metas Volantes. La tercera etapa entre las localidades de La Horra y Pedrosa de Duero de 93,1 kilómetros fue en la que Castrillo pinchó y perdió ese liderato. La última fueron los 114 kilómetros con salida y llegada en Aranda de Duero, en la que Pau Miquel hizo un séptimo.
La vuelta estuvo marcada para la escuadra altoaragonesa por la crono del primer día en la que perdió demasiado tiempo y ya no pudo recuperar.