Tanto se ha hablado de las dimensiones, del césped artificial y del estilo de juego del Huracán Valencia que casi hemos olvidado los nombres de los futbolistas que se opondrán mañana a los de la Sociedad Deportiva Huesca.
Estadio de San Gregorio | Foto: Web oficial del Huracán CF.De manera tan atenta nos hemos fijado en los famosos 62 metros de ancho que si el que se presenta a jugar es, por poner un ejemplo, el Cosmos de Nueva York, tardaríamos en darnos cuenta de lo pendientes que estaríamos de la hierba sintética. Exageraciones al margen, uno teme del mismo modo a Tariq, a Javi Navarro, a Amarilla y a las artes de Toni Seligrat en el banquillo. El debate se ha escorado hacia lo accesorio mientras Tevenet y los suyos reparaban en lo esencial.
¿Lo accesorio? Seguro que todo lo referido al comienzo del texto tendrá un peso específico. Y que el Huracán explota a las mil maravillas las particularidades del campo de San Gregorio, que contiene medio pase a ese fútbol profesional al que tan ajeno se posiciona. Si el Huesca quiere jugar en Segunda A el año que viene le esperan 90 minutos de contienda en una instalación que no superaría los exámenes de ingreso en la categoría de plata. Curiosa paradoja. Se antoja un partido de trincheras, un Somme en miniatura en el que costará horrores cobrarse un palmo de ventaja. Encuentro feo, en suma.
Nombres, no medidas
Fran Mérida e Íñigo Ros, dos hombres claves | Foto: sporthuesca.com – C.PascualEl análisis de las dos plantillas arroja una conclusión incuestionable: los oscenses son mejores. O, al menos, tienen más calidad y recursos. Hasta ahí, las buenas noticias. Las malas empiezan con el hecho de que al Huracán no le importa lo más mínimo. En sus cuatro años de vida van por la tercera fase de ascenso. En agosto del año pasado hubiésemos firmado jugárnosla con el Huracán. Ellos habrían firmado jugársela contra cualquiera. Los soldados de Seligrat no quieren testigos (sin acuerdo para la emisión por Aragón TV) en su avance hacia los dominios de Dani Jiménez. Qué importancia cobrarán la zona de tres cuartos y el papel de Ros, Carlos David, Rojas, el reaparecido Manolo, Fran Mérida o incluso Álex García. Nombres, no medidas.
Tevenet, estudioso como un monje benedictino, ha trabajado durante la semana para neutralizar las armas y las trampas de los rojiblancos. La lección está bien estudiada con permiso del azar y el error, a los que se espera con recelo durante toda la eliminatoria. Las cabezas se encuentran a punto, como se demostró ante el Racing de Ferrol. El 0-4 de A Malata fue una lección de autoridad como no se ha visto en todo el ‘play off’, que evidenció que se había digerido el trauma de Tarragona. El Huesca extrajo numerosas conclusiones del Nou Estadi; sobre todo, aprendió cómo ser competitivo a 180 minutos. Por ello no hubo relajación, o la justa, la semana pasada en El Alcoraz.
Mañana, con la ventaja de que el telón se bajará en campo propio, el Huesca ha de saber administrar virtudes y defectos para sobrevivir a San Gregorio. Controlar el fútbol subterráneo y brillar en el superficial. No perder la cabeza, que va a resultar imprescindible para no verse superados por el juego directo del Huracán. A buen seguro, los valencianos no querrán esperar al Alcoraz, pradera abierta e inasequible a todos los enemigos, para apurar sus opciones de éxito. No pondrán sobre el tapete un plan suicida, pero solo les sirve vencer. Esa es su carta y puede convertirse en su gran losa. Los estrategas confían en que los suyos no se salten la cadena de mando y en la disciplina azulgrana está la clave para que el Somme no se convierta en una tumba de sangre para el gran sueño de la temporada.
[ad name=”Anuncio para Artículos”]