He de confesar que es bastante diferente escribir cuando el Huesca pierde y regala, a cuando no gana pero no pone facilidades al rival. La situación es parecida en puntos pero la realidad es bien distinta.
El Huesca en Elche cometió errores, pero ni fueron tan cuantiosos, ni en ningún caso supusieron regalarle el partido al rival, ese es un buen principio.
Con bajas sensibles y con bastantes novedades con respecto a la pasada jornada, el Huesca tuvo personalidad, quizá demasiada en algunos lances del choque y sin ser una maravilla, tuvo las ideas bastante claras, cosa que mejora y con creces a lo visto en los partidos anteriores.
Si no fuera por el gol de Mérida la primera parte fue un horror. El Huesca no atacó, no asomó por el área de Javi Jiménez en el primer acto, pero al menos fue ordenado, tuvo cero errores y eso le dio tranquilidad, además de saber sobreponerse a las circunstancias con dos lesionados en ese tiempo.
“Marcó cuando peor atacaba y cuando no lo merecía, perdonó y lo acabó pagando injustamente, pero así son los lances del fútbol”
Volvió a faltar acierto, cosa que a Anquela y al aficionado de a pie le preocupa. Pero el Huesca en Elche fue más solidario, más reconocible, dejó sus nervios y los errores individuales al margen para ser más reposado, más tranquilo y más dueño de sí mismo, y a mí ese camino me gusta.
¿Qué sobró? Entrar en las provocaciones del rival, que sólo así fue capaz de hacerle daño al Huesca y cabeza fría para mantener el marcador a favor.
“Nagore me vale y mucho”
Duele ver como un tipo que debe tener el culo pelado de jugar en Segunda y que cuajó un excelente partido hasta su expulsión como Nagore, se complicó la vida en 5 minutos y dejó con 10 a su equipo. Si hay acto de contricción y sigue manteniendo el nivel, Nagore me vale y mucho.
Destacaron Leo Franco, que venía con bastantes dudas y que su autocrítica en la semana fue su mejor antídoto, el citado Nagore y el venezolano Alexander, que viene apuntando maneras cada minuto que pasa. Camacho se asoció bien, le pudo la fatiga al final y no supo concretar el 1-2 en una clara ocasión y Mérida a lo suyo, es capaz de sacarse de la chistera un gol cuando estaba bien tapado y de desaparecer del juego creativo, dejando claro que el circuito creativo del equipo no se concibe sin su juego. Si a eso le añades una zaga centrada y que tapó bastante bien a Sergio León, la faena sale bien apañada.
Lástima que sigamos sin ver al Tyronne del año pasado y que a Arruabarrena se le hiciera de noche a la hora de empujar a gol aquella ocasión tan clara, porque es inexplicable el fallo en un ariete de su calidad.
Lástima de ese penalti evitable, lástima de esos dos goles tan claros que no entraron, porque la jornada con victoria azulgrana le hubiera salido de perlas. Pero el camino, sin estar limpio de piedras y de malas hierbas, se ve algo más despejado que en semanas anteriores, porque jugar a algo siempre es un buen principio.
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