No es cómodo llegar a su cima. El Puente de Mahoma impresiona. Cuando tienes una discapacidad visual subir al techo de los Pirineos, siempre es complicado. Incluso cuando tus guías son dos alpinistas excepcionales: Stefi Troguet y Ferrán Latorre. Los dos tienen un currículo envidiable. Conocen bien el Valle de Benasque y el Pirineo es su casa, su zona de confort. Pero ellos no son los protagonistas de esta iniciativa impulsada por Eninter, una empresa constructora de ascensores. La verdadera protagonista es María Petit. Un accidente de moto la dejó sin visión a los 17 años y el reto de subir hasta la cruz del aneto (y bajar) un objetivo cumplido.
Que su vida cambió a raíz de ese está claro. Y, también, que no se amilanó. Todo lo contrario. Inmersa en el proyecto ‘Ulleres de sol’ (Gafas de sol) de la Fundación Adecco y cofundadora de la entidad sin ánimo de lucro ‘Punt de vista’, quería subir al techo del Pirineo, al Aneto. A esos 3.404 metros de altitud que coronan Aragón y la gran cordillera. Y puestos a subir lo hizo con la ayuda de dos grandes. Stefi Troguet tiene en su haber el Nanga Parbat y el Manaslu. Latorre atesora los 14 ‘ochomiles’.
La firma lanza así una campaña social bajo el nombre #EninterAyuda. La de María Petit es una de las tres historias de superación ya plasmadas y que se comparte en redes sociales. La empresa está abierta a otras superaciones para que quienes estén interesados manden su propuesta a la empresa. Un jurado formado por los 3 protagonistas y sus 4 ‘coach’ seleccionarán las 15 mejores historias. Posteriormente, las 5 más votadas en redes sociales, obtendrán el premio que consiste en dos años de mantenimiento gratuito de su ascensor.