La capital altoaragonesa ha vibrado con el recorrido de los jugadores en un autobús descubierto por buena parte de la ciudad y que ha tenido su punto culminante en una Plaza de Navarra que ha vibrado con todos y cada uno de sus héroes que han saludado desde el balcón principal del Casino.
No ha sido solo una Plaza de Navarra volcada con la SD Huesca. Ha sido todo Huesca. Un recorrido desde El Alcoraz hasta el corazón de la capital altoaragonesa con miles de personas ávidas por ver a sus héroes. Se esperaba una fiesta acorde a la gesta. Se esperaba y se ha rebasado. Hasta el Palacio de la Aljafería ha lucido con los colores del Huesca. Tremendo. Ha sido apoteósico. Una fiesta para grabar.
El 21 de mayo de 2018 consolidó el trabajo no solo de una temporada, fue el fruto a muchos años de trabajo. El 22 de mayo de 2018 es el día de la gran celebración, el de la comunión absoluta de un club con su afición; la de muchos jóvenes que han conocido al Huesca más voraz y también la de muchos veteranos, de quienes siempre han estado allí, de los que tienen muchos inviernos en su DNI y que han visto que lo que era un sueño ya no lo es.
Agustín Lasaosa, el presidente de la SD Huesca, se acordó desde el balcón del Casino de los que no están, de los que han empujado desde el cielo, y de sus padres, que le inocularon el amor por el Huesca. Y cinceló uno de esos recuerdos con nombre y apellido propio: Armando Borraz. Un hombre bueno. Difícil meter en un contenedor de palabras las adecuadas para glosar a quien fuera máximo responsable de la entidad azulgrana. Quizá, fue ese el único momento serio de un acto que fue una fiesta.
El autobús descapotable se acercó sosegado por calles atestadas de seguidores al encuentro con su afición en el lugar donde celebra Huesca sus éxitos. Y pronto saltaron los jefes de la orquesta. Remiro, Melero, ‘Cucho’ y Gallar marcaron el ritmo de los cánticos. Y la primera dedicatoria fue clara: ‘Qué miedo me da ser del Zaragoza y venir al Alcoraz’. Sí. Muchos pensarán que sonará a ofensa, pero se ajusta más a una sana rivalidad que a cualquier otra cosa. Pero ya se sabe que en esto del fútbol, la razón no entiende de pasión y el Real Zaragoza no deja de ser, hoy por hoy, el que concita más rivalidad. No hay que ver más allá de lo que es.
La salida uno a uno al balcón del Casino fue un ejercicio además de cariños de la singular grada de este 22 de mayo a sus héroes. Y allí, los Remiro, Aguilera, Melero, Ferreiro, ‘Chimy’ Ávila y ‘Cucho’ se llevaron las principales respuestas de una afición que sigue soñando, aunque ahora ya despierta, para abrocharse el cinturón y emprender el vuelo a la mejor liga del mundo. Por ellos, no se iría ninguno… y mucho menos Rubi, pese a que sus palabras sonaron a despedida.