ZARAGOZA| No hace ni 2 semanas, Porfirio Fisac mandó un mensaje muy positivo y ambicioso de cara al tramo final de temporada. “Estoy muy ilusionado con el año y con todo lo que nos queda por delante“, dijo el técnico rojillo antes del partido ante el Valencia Basket, el primero tras el largo parón. Asimismo, el entrenador del Casademont Zaragoza dejó claro que su prioridad era la FIBA Europe Cup: “Para mí es difícil llegar a play-off, nos quedan muchos partidos. Mi prioridad ahora es Europa, jugar cuartos es muy importante“. Sin embargo, el cuadro aragonés ayer se despidió del torneo europeo tras caer en la pista del Cholet Basket (90-71) -en otra sonrojante derrota- la tercera consecutiva después del regreso a la competición.
Nada tiene que ver el actual Casademont con el de antes de las Ventanas FIBA, y más concretamente, con el de la primera vuelta. Pese a estar en una situación clasificatoria bastante cómoda (11º con 10 victorias y 12 derrotas), aquel equipo alegre que entusiasmaba y hacía levantar a sus aficionados de los asientos se ha convertido en un conjunto gris y sin alegría. La derrota contra el BAXI Manresa que le dejó fuera de la Copa del Rey fue un golpe durísimo para los de Fisac. Se cerró una primera vuelta de notable alto con un gusto amargo, pero la afición zaragozana confiaba en que su equipo se reharía y lo sacaría adelante. A posteriori, se inició la segunda parte de la liga con una victoria y una derrota, aunque las sensaciones ya no eran las mismas.
El Casademont Zaragoza, un equipo herido
El único partido en el que el plantel zaragozano ha desplegado un buen juego y se reconoció al de los primeros meses fue en la solvente victoria en la pista de Bàsquet Girona (89-101). Pero, tras el segundo duelo de la segunda vuelta contra el UCAM Murcia, el Casademont recibió otro revés difícil de digerir: la salida de Bango rumbo al Fenerbahçe. El pívot angoleño había sido uno de los mejores jugadores de Fisac hasta entonces, teniendo un gran papel desde la lesión de Dubljevic. Por ello, la comisión deportiva del Casademont se tuvo que mover rápidamente y se fichó a Nate Watson y Tomas Dimsa. La llegada de este último supuso la salida en forma de cesión de Joaquín Rodríguez rumbo al Movistar Estudiantes.
Parecía que la plantilla daba un salto de calidad, sobre todo, en la rotación exterior. Sin embargo, el resultado -de momento- ha sido todo lo contrario. En 4 partidos, tres derrotas y un empate. En los 3 tropiezos, ha recibido más de 90 puntos, mientras en dos de ellos ha caído por quince puntos o más. El momento actual del conjunto rojillo es muy preocupante, con un calendario que presenta unos próximos encuentros muy temibles y un ambiente alrededor cada vez más caldeado. En este momento, ya se vislumbra una situación en que la alegría y el disfrute van dejando paso a los nervios y la preocupación.
Fisac y varios jugadores, señalados
Las miradas se están centrando principalmente en algunos jugadores y en el entrenador, Porfirio Fisac. El técnico segoviano no está consiguiendo dar con la tecla en el equipo. Pese a moverse como pez en el agua durante la primera vuelta, esta segunda parte de la temporada se le está poniendo cuesta arriba y no termina de tener la sartén cogida por el mango. Tras los últimos cambios en el plantel, está costando introducir a los nuevos jugadores en el equipo y su nombre cada vez está más cuestionado. Pese a ello, el experimentado entrenador se mantiene firme y asume la responsabilidad y confía en darle la vuelta a la situación.
En lo que se refiere a los jugadores, los que más preocupan son Marco Spissu y Bojan Dubljevic. Al base italiano se le ha visto sin chispa, entristecido, con poca energía. Tras el gran encuentro que realizó en Girona, da la sensación de que hayan cambiado a Spissu. La situación de Dubljevic es diferente. Para un jugador de baloncesto, volver de una lesión en una mano es muy difícil, pero el proceso de reintegración le está costando más de lo esperado. Maravilló al Príncipe Felipe en sus primeros meses hasta la lesión, pero su plena recuperación aún es cuestión de tiempo. Otro tema es la adaptación de Nate Watson. El interior norteamericano cada vez está mejor integrado, aunque le cuesta en defensa y le llegan pocos balones en la zona, que es su zona y donde se hace fuerte.
El Casademont Zaragoza aún está a tiempo de que la temporada vuelva a su cauce. Tras la eliminación en la FIBA Europe Cup, los de Fisac ya solo tienen que centrarse en la competición doméstica y cerrar la permanencia matemática (12 triunfos) y tener ambición para aspirar a algo más.