El Real Zaragoza ganó al Rayo Vallecano por la mínima en un partido de poco fútbol y en que los blanquillos volvieron a fallar desde el punto de penalti. En esta ocasión, el VAR decidió que la pena máxima debía repetirse debido a que el portero rival se había adelantado al lanzamiento de Ros. Hubo suerte y a la segunda, esta vez sí, en la moneda salió cara para que el Real Zaragoza consiguiera vencer por 0 a 1.
A pesar de sumarse los 3 puntos, el encuentro ante el Rayo Vallecano deja muchos inconvenientes en el juego zaragocista. Preocupaciones que semana a semana rodean al equipo y que no se solucionan con el paso de las jornadas, ni con el transcurso de las sesiones de entrenamiento. Sigue habiendo bajas importantes, como Atienza o Vigaray, a las que se sumaron a última hora Igbekeme y Kagawa; pero eso no debe servir de excusa. El Real Zaragoza viene arrastrando este problema desde hace semanas y la fórmula para solucionarlo se debería haber encontrado ya.
Ante el Rayo Vallecano, el Real Zaragoza jugó con un 4-5-1 en el que Suárez formó en la punta de ataque y el recién llegado Puado, junto con Alex Blanco, lo hicieron por banda. Eguaras, Ros y Guti formaron en el centro del campo. Delmás, Guitián, Grippo y Nieto lo hicieron en defensa.
El partido comenzó muy espeso para ambos equipos, con 20 minutos de total aburrimiento. El Real Zaragoza cedió el balón a su rival, un Rayo Vallecano que con un 4-1-4-1 tenía una mayor presencia ofensiva que los zaragocistas. Los de Víctor Fernández apenas firmaron un par de combinaciones en ataque en la primera mitad, sin que ninguna de ellas llegase a crear verdadero peligro sobre la meta madrileña.
El Rayo por su parte, inquietó la portería zaragocista en varias ocasiones. Sin embargo, Ratón demostró que se va afianzándose como titular y realizó hasta tres paradas de mérito que sirvieron para que el Zaragoza no se fuera perdiendo al descanso. Gran actuación del portero ante los fallos defensivos de jugadores como Delmás o Grippo. Precisamente, Delmás en el 43 tuvo la jugada más peligrosa del Zaragoza en la primera parte. Ante el escaso dinamismo del equipo, la oportunidad no podía llegar de otra manera: a balón parado.
Los penaltis: una moneda al aire para el Real Zaragoza
El Real Zaragoza seguía sin oler el balón en la segunda mitad. Suárez se fue quedando cada vez más descolgado y el Rayo iba moviendo sus piezas para arrinconar al centro del campo y a la defensa zaragocista cerca de los dominios de Ratón. Algo a lo que contribuyó en gran medida la entrada al campo del rayista Andrés Martín. Víctor Fernández por su parte retiró a Blanco para dar entrada a Soro.
El Zaragoza lo confió todo a una escapada, un espejismo en medio del gris partido que se vivió en tierras madrileñas. Hubo suerte. Suárez aprovechó un error defensivo del Rayo para plantarse solo en el área de Dimitrievski. Le hicieron penalti y así lo señaló el colegiado. Esta vez lo lanzó Ros. Víctor aseguró la semana pasada que el especialista era Eguaras, previamente ya lo había sido Suárez, pero sin embargo fue el capitán quien lanzó la pena máxima. Serio problema de criterio el que tiene el Real Zaragoza a la hora de lanzar desde los once metros.
Ros falló, pero dos minutos después y con el juego ya reanudado, el VAR ordenó repetir el lanzamiento. Esta vez el navarro acertó y el definitivo 0 a 1 subió al marcador. La recta final fue de resistencia blanquilla y desesperación madrileña. Puado, aunque cansado en su debut, dejó muestras de movimientos y desmarques interesantes hasta que fue retirado por Víctor para dar entrada a Papu.
Suárez y Soro tuvieron dos ocasiones más para haber ampliado el marcador, pero el 0 a 1 ya no se movió. Una victoria con poco fútbol y muchas bajas, como viene siendo habitual; pero también con una falta de criterio manifiesta a la hora de decidir algo tan simple como quién debe ser el lanzador oficial de penaltis en el Real Zaragoza. Algo que no puede dejarse a la improvisación. Un serio problema desde el punto de penalti que esta vez, con la fortuna de lado, se resolvió bien. La moneda salió cara y los tres puntos se quedaron en la maleta zaragocista.