Las duras condiciones meteorológicas han marcado la presente edición de la Quebrantahuesos. Numerosos abandonos en el Somport debido al frío y la lluvia. En la Treparriscos hay que lamentar el fallecimiento de un participante. La organización ha cancelado la entrega de premios. La victoria ha correspondido al francés Nicolás Roux. En la Treparriscos ha vencido el serrablés Roberto Otín.
Pese a que hace unos días las previsiones meteorológicas preveían una Quebrantahuesos pasada por agua casi en su totalidad, los últimos partes ya hablaban de una importante mejoría en el Pirineo. Pero desgraciadamente no ha sido todo lo importante que hubieran deseado los miles de participantes de esta vigésimo sexta edición de la gran cicloturista serrablesa.
La mañana ha amanecido fría en Sabiñánigo, demasiado fría para estar ya en la segunda quincena de junio. Pese a ello nada cambia camino de Jaca, donde un ya habitual ritmo infernal ha conducido a los ciclistas hasta las primeras estribaciones del Somport. Conforme se ganaba en altitud la temperatura bajaba y el cielo se encapotaba con un tono gris amenazador. Ha sido a partir de Canfranc Estación cuando más se notaba, haciéndose para muchos insoportable los sólamente dos grados que hacía en los 1.640 metros de este paso fronterizo. Allí muchos, más de dos mil, se han dado la vuelta para evitar un sufrimiento tal vez innecesario. Otros, equivocadamente y poniendo en juego tanto su seguridad como la de quienes bajaban decididos, optaban por darse la vuelta tras varios kilómetros de descenso. Y así, ateridos de frío y mojados por la lluvia se ha llegado tras un eterno descenso a los pies del temido Marie Blanque.
Marie Blanque y Portalet
Tal vez en este puerto hemos visto el contrapunto a lo que en él es habitual, ya que la fresca temperatura que reinaba en la zona ha permitido superar sus duras y continuas rampas en unas condiciones infinitamente mejores a las de los años en que domina el calor. El descenso hacia Bielle estaba prácticamente seco y el día parecía que sólo podía ir a mejor.
Realmente ha sido así durante bastantes kilómetros, los muchos kilómetros de ascensión que presenta el para muchos juez de la prueba, el Portalet. Temperatura fresca pero agradable para el esfuerzo y ligero viento de norte que empujaba hacia su cima. Pero en una jornada con flujo de norte y tan revuelta en lo meteorológico sus casi 1.800 metros parecían una nevera. Volvía una fina lluvia a caer sobre los ciclistas y la temperatura se desplomaba, también durante su descenso ya en la vertiente altoaragonesa, allí donde se encuentra la última dificultad de la Quebrantahuesos, el Muro de Hoz.
Dos kilómetros empinados por una estrecha carretera rematada con cemento en su tramo final que conducen a una siempre animada localidad, Hoz de Jaca, que vive la Quebrantahuesos como ninguna otra. Y desde allí un rapidísimo descenso hasta Sabiñánigo con un viento del norte que empujaba a los ciclistas hasta la corta ascensión a Cartirana, ya en las inmediaciones de Sabiñánigo donde se ponía punto y final a la marcha en el Boulevard del Puente de Sardas.
Allí en la zona de meta muchos de los comentarios eran sobre la noticia luctuosa de la jornada, el fallecimiento de un participante zaragozano de la Traparriscos, hecho que se producía en la localidad de Yebra de Basa, a escasos kilómetros de la meta de Sabiñánigo.
Resultados
Tal vez sea lo de menos en un día como el de hoy, y más en una prueba no competitiva, pero es necesario informar y hacer reseña de la victoria del ciclista francés Nicolás Roux en la Quebrantahuesos con un tiempo de 5h 50′ 48″ en la meta de Sabiñánigo. Mientras que en la hermana pequeña, la Treparriscos, hacía lo propio el ciclista de Sabiñánigo Roberto Otín con un tiempo de 2h 28′ 32″.
Clasificación Quebrantahuesos Gran Fondo
Clasificación Treparriscos medio fondo
Vídeo con algunos momentos de la prueba
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