El ex jugador del Real Zaragoza Francisco “Paquete” Higuera rememora la Recopa de Europa que el equipo blanquillo logró hace 25 años. “Fue increíble. Desde el aeropuerto hasta Zaragoza había gente andando, en moto y en coche. Cuando llegamos a la entrada de la ciudad todo era un hormiguero. Estaba toda Zaragoza en la calle como si fuera una manifestación y nos costó llegar al Pilar una barbaridad”, recuerda el delantero zaragocista en una entrevista concedida a EFE.
El jugador nacido en Pizarro (Cáceres) no olvida la “fiesta tremenda” que se vivió en esos momentos en el autobús del equipo en el que el gran protagonista fue el fallecido Sergi López. Era el gran animador de aquella plantilla y al que todos sus compañeros de entonces recuerdan “con muchísimo cariño”.
“Es de esas cosas que no se olvidan y que se quedan en la retina. La calle Alfonso I estaba llena, al igual que todas las de alrededor. No cabía nadie más, ni siquiera se veía el suelo”, rememora Higuera. El punta del conjunto ‘blanquillo’ explica que cuando lograron el título valoraban lo que habían hecho, pero que es con el paso de los años cuando uno se da cuenta de la “calidad y el nivel” que tenía aquel grupo de jugadores.
La ambición de Higuera
“Lo que hicimos aquellos años fue increíble por el nivel que mostramos y por los títulos que conseguimos. Ahora le damos más valor. Era algo que decíamos ya entonces, que lo valoraríamos más con el paso del tiempo”, ha subrayado Higuera. El jugador cacereño piensa que posiblemente pudieran haber hecho “más cosas todavía” porque aunque lo que consiguieron fue “grande”, viendo el nivel de los jugadores con los que contaba el equipo, piensa que podían haber hecho “más”.
Para “Paquete” Higuera las sensaciones con las que llegó el conjunto maño a la final fueron “muy buenas y muy positivas”. El ex jugador del equipo aragonés recuerda que las primeras eliminatorias que tuvieron que afrontar (Gloria Bistrita y Tatran Presov) fueron “normalitas”, pero que eliminar al Feyenoord fue “muy grande”.
“Jugamos en Holanda un partidazo. Lo perdimos y nos costó muchísimo eliminarlo en la vuelta. Después vimos que podíamos hacer cosas y con la euforia al Chelsea le metimos tres”, indica.
¿Cómo llegó el Real Zaragoza a la final de la Recopa?
Higuera recuerda que a la final llegaron con toda sus armas salvo el guardameta Juanmi, que estaba lesionado: “Que pudiéramos jugar con prácticamente todos en condiciones fue muy bueno porque además estábamos preparados. Teníamos una plantilla amplia y llegamos con garantías”.
En los primeros minutos del partido, el Real Zaragoza no estuvo cómodo. Su rival entró “muy fuerte” al encuentro, según apunta Higuera. Con el paso del tiempo el conjunto aragonés se fue asentando y comenzó a “tener el balón y jugar al fútbol dando velocidad y pausa”.
“En la prórroga estuvimos fenomenal porque tocábamos y llegábamos y el Arsenal tampoco nos creó mucho peligro. Su portero, David Seaman, fue de los mejores. Paró unos cuantos balones que eran gol”, indica echando la vista atrás. “Paquete” Higuera dice haber visto aquella final dos o tres veces nada más porque le da “rabia” pensar que tuvo un par de oportunidades de batir al meta del Arsenal y no pudo hacerlo.
Los mejores recuerdos de Higuera
Igualmente ha comentado que la final es algo que se le grabó en la mente y de la que tiene bastantes recuerdos. También reconoce que hay detalles que se le habían olvidado, pero que ha recordado después de que hace unos días Teledeporte repitiera el partido.
“Paquete” Higuera ha alabado el grupo que formaron entonces, tanto deportiva como humanamente. Recuerda el “feeling” que tenían entre todos, como demuestra el hecho de que se mantienen en contacto a través de un grupo de whatsapp. “Por eso fue tan grande todo”, apostilla.
Uno de las situaciones que más le impresionaron antes del encuentro fue la llegada al Parque de los Príncipes y el ánimo que recibió el autobús zaragocista. “Nos levantamos al ver a la gente, empezamos a motivarnos y nos veníamos arriba. Es lo que se necesita en una situación así, ir con adrenalina y pensar que ya quieres empezar a jugar”, rememora.
Los secretos de aquella plantilla eran, a juicio del extremeño, que formaban un equipo “curtido, experimentado y que tenía una gran confianza en sí mismo”. Reconoce que en los últimos minutos del encuentro, que vivió en el banquillo ya que había sido sustituido con anterioridad, estaba pensando en los penaltis, como todo el mundo.
“El disparo de Nayim lo vi bien porque estaba cerca de la zona de banquillos. Le pegó con toda la intención del mundo y vas viendo caer el balón… que va, que va y que es gol. Ganar una final europea y de esa manera fue lo máximo”, subraya. A este respecto añade que todos los que se encontraban en el banquillo salieron corriendo a abrazarse y que fue “una locura” y algo “increíble” que nunca olvidará.