No hubo aspirina europea. Casademont Zaragoza ha perdido por 100-80 en la pista de Avtodor Saratov en el debut del equipo en la FIBA Europe Cup. En el segundo cuarto se pudieron ver los mejores minutos del equipo, pero a la vuelta del vestuario un parcial de salida de 15-0 lo decía absolutamente todo. Saratov borró de la pista a los rojillos. 19 puntos para Okoye y 18 para Mobley.
Casademont Zaragoza saltaba a pista con San Miguel, Mobley, Okoye, Vanwijn y Hlinason. Stan Okoye era quien protagonizaba un gran inicio, con varios ‘coast to coast’ y anotando desde el triple, a donde también se sumaba Mobley. Vanwijn producía a través del rebote ofensivo, mientras que en el combinado ruso el peligro lo llevaba constantemente el croata Zeljko Sakic, autor de 12 puntos en este cuarto (23-17). El ímpetu de Radoncic reducía la distancia al final del primer cuarto (23-21).
Triples y Radoncic se abona al 2+1
Casademont Zaragoza mejoraba en defensa. Waczynski aparecía con un triple y Radoncic con un 2+1 le daba la vuelta al partido (26-27). Poco después, el montenegrino lograba otro 2+1, lo que unido a los triples de San Miguel, Font y Okoye otorgaban una ventaja de seis puntos (35-41). Una bandeja y un lanzamiento en suspensión de Mobley estiraba el marcador hasta el 40-47 al descanso.
Parcial de 15-0
Desastroso inicio de la segunda parte, con un parcial de 15-0 a favor de Avtodor Saratov. Casademont se obcecaba en ataque, a Okoye ya no le entraban los triples y Mobley perdía balones ante unas defensas que rozaban la falta. De esta forma, en un visto y no visto se pasaba del 40-47 al 55-47. Vanwijn rompía el parcial y Mobley reaparecía con dos triples (60-55). Saratov jugaba a placer y una canasta de Sipahi bajó la diferencia de los diez puntos en la última acción (68-60).
Sergeev y Funderburk estaban con confianza y los rusos alcanzaban una renta de once puntos (73-62). Un triple de Stan Okoye no era suficiente para que los hombres de Jaume Ponsarnau se reengancharan y Scrubb sentenciaba el partido desde el tiro libre y con un triple al contraataque (80-65). Con 90-70, Ponsarnau pedía tiempo muerto para evitar que el ‘average’ fuera una distancia insalvable, pero de poco sirvió (100-80).