Con la segunda victoria en casa llegó también la segunda portería a cero de la temporada. Francisco Rodríguez, entrenador de la SD Huesca, ha conseguido dar con la tecla y ha logrado consolidar una defensa sólida y sin apenas errores. Tras el empate a cero en Anoeta, que supuso la primera vez sin encajar un tanto, la inyección de moral que puede suponer haber puntuado en dos encuentros consecutivos es muy importante.
Tanto en Anoeta como el pasado viernes en El Alcoraz, el técnico andaluz alineó a los mismos jugadores salvo el cambio de Akapo por Galán en el lateral izquierdo. Los centrales, Pulido, Exteita e Insua, estuvieron muy notables en ambos partidos sin perder la vista a Guardiola y Plano. Hay que destacar que el Valladolid creó mucho más peligro que los guipúzkoanos, incluso el VAR les anuló un tanto.
De nuevo, por debajo en la posesión
A pesar de que la Real Sociedad tan solo inquietó a Santamaría con un disparo entre los tres palos, los altoaragoneses fueron siempre por detrás en la posesión (31%). Al igual ocurrió frente al Valladolid. Los pucelanos acabaron el encuentro con un 57% de posesión pese a llevarse cuatro goles. Un dato esclarecedor de que mantener el esférico no es el fuerte de la zaga conformada por Francisco.
Javi Galán, debut prometedor
El único cambio en la alineación respecto al encuentro en Anoeta fue la entrada al once inicial de Javi Galán por Akapo en el lateral izquierdo. El nuevo fichaje del Huesca procedente del Córdoba cumplió con creces su función y no perdió la espalda en ningún momento. En defensa, recuperó cinco balones y acertó en 13 pases de 18 que realizó. Cometió una falta que le costó su primera tarjeta amarilla con la camiseta azulgrana.
En ataque, Galán aportó su granito de arena con una asistencia de gol. El lateral recibió el esférico y lo condujo hasta medio campo. Ahí le sirvió en bandeja un pase al hueco a Chimy Ávila para materializar el último tanto de la goleada. El salto de Segunda a Primera es muy grande, pero el lateral no lo achacó.