Nadie esperaba que en la jornada 12 de esta temporada en la Asobal, el Bada Huesca anclara en puestos de descenso, pero la realidad es esa. Los de Nolasco necesitan una reactivación absoluta. Y este miércoles, además, a su afición metida desde el primer segundo contra el Logroño. El calendario es así de caprichoso. Cuando necesitas un poco de paz te llega un partido contra un rival de enjundia. Los riojanos han vuelto a armar un grupo de garantías. No tiene el mismo potencial que cuando era Jota quien lo dirigía, pero sigue siendo una máquina potente.
Que el Bada Huesca tiene una difícil papeleta el miércoles contra Logroño está más que claro. Igual que si anclara en la zona media o en la zona noble, es cierto. Pero cuando estás al sur de la clasificación, más. Y llega el equipo riojano a velocidad de crucero y con todo el trapo desplegado tras vencer en Bidasoa (30-24). Quedan tres partidos para finalizar la primera vuelta. Logroño es la primera parada del Bada Huesca, luego Cangas y Nava. Y todo en siete días.
“Está claro que la derrota en Sagunto fue muy dura”, dice Oier, uno de los tres capitanes del Bada Huesca. El extremo vasco no esconde que los 6 puntos conseguidos hasta la fecha son escasos, reconoce que en los entrenamientos “hay menos fallos” que en los partidos y desliza que la “ansiedad y el nerviosismo” se cuela en los partidos. Hay cierta sensación de que hay un bloqueo mental cuando las jugadas de ataque no salen.
El jugador de Bada tiene claro que el bloque es lo que hace grande a este equipo. Carente de nombres clave, de jugadores top que marcan la diferencia no queda otra que asirse a lo que es su seña de identidad: el coraje. “Hay partidos que los hemos ganado dando la cara en todo momento y es lo que tenemos que volver a hacer. No hay que bajar los brazos y tenemos que estar más unidos que nunca”, subraya.
Con cinco temporadas en su haber en el Bada Huesca, Oier recalca que quizá falte de cierta experiencia en momentos delicados. “Nos hemos contagiado del juego del rival y eso nos ha penalizado en muchos partidos. Venimos de buenos años y tampoco hemos cambiado tanto el bloque”, subraya Oier consciente de que la racha solo se cambia con trabajo y más trabajo. Quedan tres partidos para el parón que se espera para rearmarse y afrontar con garantías la segunda vuelta… si las lesiones dejan de aparecer.