Valentín Vada repasó la actualidad del club en rueda de prensa. Espera que el año nuevo llegue con alegrías y triunfos que cantar. El suyo fue un discurso optimista, lleno de lugares comunes pero de una ilusión feroz. El partido ante el Mirandés, que va camino de jugarse pese a los positivos en el equipo burgalés, es la primera estación de la segunda vuelta: “Queremos comenzar bien, que sea un año muy especial y estamos preparados, contentos y unidos para lo que viene”.
El argentino habló también de su situación física, de las molestias que arrastró en el último tramo de la primera vuelta: “El esguince ya está olvidado. Llegué con falta de ritmo al último partido, pero la lesión ya es pasado”. Vada valoró su rendimiento en su llegada a Zaragoza, con 4 tantos en sus registros pero muy poca constancia en las alineaciones: “En términos estadísticos estoy muy contento, no en cuanto a regularidad ni lesiones. La temporada pasada no sufrí ninguna y en esta tuve varias. Pero me han servido para volver más fuerte. Va a ser un gran año en lo individual y lo colectivo. Espero continuidad y un año sin lesiones”.
Vada no quiso profundizar en la crisis institucional que vive el club, pendiente de una venta que parece haberse estancado en las últimas horas. “Nosotros intentamos ver lo que pasa dentro y no lo que sucede fuera. En ese sentido, estamos un poco aislados. Centrados en lo que realmente importa, en llevar al Zaragoza a lo más alto posible”.
Para el argentino, las dos derrotas antes del parón navideño no limitan las posibilidades del Zaragoza: “Desde dentro se ve la calidad de la plantilla. Por nuestra cabeza no pasa tirar la toalla y jugar por nada. Sabemos lo que queremos y dónde queremos ir. Pero todo pasa por tener más continuidad y más victorias en casa”.
En su comparecencia, Valentín Vada añadió un deseo para el año nuevo: “Pido salud para todo el pueblo zaragocista y que sea un gran año en términos colectivos. Que podamos llevar al Zaragoza donde se merece”.