Álvaro Vadillo fue de nuevo el primer hombre sacrificado por Juan Antonio Anquela como ya hiciera el domingo pasado en Vallecas.
No está viviendo su mejor momento desde que viste la elástica azulgrana el jugador sevillano y eso que su inicio de temporada fue lento y paulatino. Pero las circunstancias de los partidos, unidas al nivel que tiene la SD Huesca en la segunda lénea, han dejado como dato que en las dos últimas semanas haya sido el hombre ‘sacrificado’ por Anquela como primer cambio del equipo.
Se le volvió a notar algo contrariado, fruto de su enorme exigencia consigo mismo, lo que pone de manifiesto su implicación y ganas de agradar, aunque su partido de ayer no fue demasiado productivo. Debe tener paciencia y saber que a día de hoy Anquela lo sigue considerando titular.
Si el día de Vallecas fueron las circunstancias las que mandaron, en el día de ayer algo no debía estar gustando al entrenador jienense cuando no dudó en pensar que el primer cambio en banda debía ser el suyo, y en realidad algo de novedad tuvo, porque ya no es Ferreiro el cambio natural de Alexander, sino que el jugador gallego parece haber dado un salto cualitativo y haberse colocado por delante, no solo de Alexander sino del propio Vadillo, a tenor de lo visto últimamente.
Y es que el jugador venezolano volvía de nuevo a una convocatoria tras su ausencia en la lista de Vallecas, casi apenas sin tiempo para haber podido descansar y entrenar con sus compañeros. Su salida coincidió con los mejores minutos azulgranas del partido, donde su presencia en banda ayudó a encontrar esa profundidad que al Huesca le estaba faltando. Por tanto, sus minutos fueron importantes y lo mejor de todo volvió a recuperar sensaciones perdidas -en Venezuela juega de lateral- en una banda derecha que hasta hace apenas dos semanas siempre tenía su nombre.