Una lesión en los isquiotibiales mantendrá al ’17’ del Huesca apartado de los terrenos de juego alrededor de 4-5 semanas.
Lograr mantenerse en un óptimo estado de forma es algo que se le resiste a Álvaro Vadillo. Prácticamente en toda su carrera y, por tanto, también en el conjunto azulgrana. Ha cuajado enormes actuaciones y otras en las que ha pasado desapercibido, y cuando ha alcanzado un nivel más que notable, las lesiones han aparecido. Lo hicieron el curso pasado y permanecen en este.
Rubi apostó por Vadillo en el derbi y sus primeros contactos con el balón indicaban que aquella noche estaba destinado a producir peligro, del suyo, del trepidante. Del imparable. Sin embargo, aquellos “primeros” se quedaron en únicos. En una carrera en la banda izquierda, forzando un saque de esquina, notó algo que le torció el gesto. Y al golpear el posterior esférico, se quedó en el suelo. Y ya no pudo continuar.
Ferreiro sustituyó al gaditano, concretamente, en el minuto 7 de encuentro, y Melero comentó en zona mixta que lo de Vadillo no tenía buena pinta. Tras las pruebas médicas realizadas y según informa la SD Huesca en su parte médico, el jugador “sufre una lesión muscular en los isquiotibiales de grado II“, cuyo plazo aproximado de recuperación está en torno a “4-5 semanas, siempre según evolución”.
El técnico azulgrana no podrá contar con el gaditano hasta mediados de diciembre, pudiendo ver incluso por finalizada su participación con el Huesca en 2017. Gallar, Ferreiro y Alexander -‘Chimy’ y ‘Cucho’ al margen- se postulan ahora como los 3 hombres disponibles para ocupar los costados en los próximos encuentros.