Hay ganas de acto de contrición por la dura derrota de la pasada jornada contra Bidasoa. El próximo invitado en el Palacio es Puerto Sagunto. Alberto Val, patrocinado por la Policlínica Altoaragón, repasa la situación del Bada Huesca.
El tobogán de juego en el que está inmerso el Bada Huesca le lleva a ganar a León, perder contra Bidasoa por un resultado abultado y soñar con clasificarse para jugar la próxima campaña en competición europea. Todo en una misma coctelera. Esta temporada está llena de sorpresas. La más notable la de la pasada jornada con la victoria de Puente Genil en Logroño. Para quienes le gustan las emociones fuertes, pura vida. Si además eres socio y apasionado de tu equipo cada partido es como montarte en una montaña rusa.
Tras el varapalo contra Bidasoa, Alberto Val acaba de poner voz a la derrota y al estado de ánimo del equipo en la Policlínica Altoaragón que es la empresa -tras la Semana Santa tiene previsto inaugurar sus nuevas instalaciones que supondrá un total de 2.000 metros cuadrados- que patrocina al jugador esta temporada. “Llegar a Europa por la liga está difícil. Igual es mejor la vía de la Copa del Rey; bien si llegamos a la final o en función de quien la juega igual el tercero se clasifica”, señala. La próxima cita del Bada es contra Puerto Sagunto. Y hay ganas de vencer. Porque el lunes hubo charla de esas que escuecen a los jugadores y por amor propio. Val no es precisamente un tipo que hable con metáforas o atornille las palabras a lo políticamente correcto. “Tenemos ganas de coger a Puerto Sagunto y meterles fuego”, dijo. Así, con el entrecomillado solo puede sonar fuerte, pero no hay que llevarse las manos a la cabeza, Val lo dijo con una sonrisa.
El equipo valenciano se ajusta al balonmano que apasiona al pivote. Tipos grandes, veteranos, nobles. Cada defensa y cada ataque se jugarán fuerte. No hay tipos ‘ratoneros’. Y cuando Val se encuentra a su paso con equipos así disfruta, le gusta y lo reconoce con una amplia sonrisa. La victoria supondrá seguir anclado, como mínimo, a la octava posición de la Asobal que tiene que ser el suelo de este equipo en una competición regular que vende cara cada posición. Entre el quinto clasificado -Cuenca- y el 12º -Valladolid- hay tan solo cuatro puntos de diferencia por lo que un par de buenos resultados te aúpan o, por contra, te llevan al sur de la clasificación.
Pero mientras llega la cita del sábado (19.15, en el Palacio de los Deportes), la derrota contra Bidasoa sigue allí. “Nos dejó mal sabor de boca”, acentúa el pivote. Y es que el partido estuvo medianamente controlado hasta que Bada se desconectó. Buscó enjuagar la diferencia de tres goles en el electrónico cuando en un abrir y cerrar de ojos se vio 10 abajo. Casi incomprensible. “Cuando se te escapa ya no sabes cómo detener la sangría”, matiza el pivote del Bada Huesca que, subraya, el Bada ha conseguido el marchamo de equipo “peligroso” por su capacidad de jugar bien ante los grandes de la competición doméstica. Y, se quiera o no, si contra los grandes lo haces bien lo lógico es firmar buenos partidos contra los que no lo son tanto.