ZARAGOZA | El Real Zaragoza experimentó el pasado lunes una sensación que nunca había vivido esta temporada. Siete jornadas después el conjunto blanquillo probó el amargo sabor de la derrota tras un mal encuentro frente al Racing de Ferrol. El equipo no estuvo a la altura de las circunstancias: faltó intensidad, concentración y nada de lo que se trataba de proponer funcionaba. La defensa estuvo menos contundente que otros días, al centro del campo le faltaron ideas y la delantera estuvo poco creativa.
Uno de los que acusaron esta falta de creatividad fue Germán Valera, que casualmente llegaba al partido inmerso en un gran estado de forma. El murciano recaló en la capital aragonesa a principios del mes de agosto y tardó bien poco en disfrutar de sus primeros minutos defendiendo la camiseta del Real Zaragoza. Valera fue suplente en los tres primeros encuentros de liga, pero sus buenas aportaciones como revulsivo –sobre todo frente al CD Tenerife- convencieron a Escribá, que le premió con la titularidad frente al Eldense.
Germán Valera, regate e intención
Ante el club alicantino cuajó un gran partido, sacando a relucir muchas de sus cualidades. Desbordó, se ofreció constantemente y volvió loco al lateral rival. Incluso se atrevió a disparar en alguna ocasión, pero sin éxito. Sin embargo, y cuando parecía que por fín asomaba la cabeza en el once inicial, el técnico valenciano volvió a dejarlo en el banquillo frente al Cartagena. En la victoria de los blanquillos sobre el Efesé, Valera solamente estuvo un cuarto de hora sobre el verde de Cartagonova, y a pesar de sus constantes intentos, no tuvo mucha incidencia en el juego.
Tan solo cinco días después, el extremo volvía a estar entre los 11 futbolistas elegidos por Fran Escribá para medirse al Racing de Santander en La Romareda. A pesar de que el resultado no acompañó, Valera realizó la que ha sido su mejor actuación hasta la fecha. Fue el futbolista más dinámico en ataque y sus esfuerzos confluyeron en una gran recompensa en forma de gol. Sin embargo, no fue capaz de mantener el buen nivel y en A Malata ofreció un rendimiento mucho más pobre que en partidos anteriores. Incómodo en banda izquierda y sin ideas, dejó más sombras que luces. No obstante, y pese a que puede considerarse un futbolista intermitente, Germán Valera ha demostrado que tiene capacidades más que suficientes para asentarse en el once inicial. Las condiciones de uno de los extremos más destacados de la competición.
(*) Artículo escrito por Javier Aragón, redactor de Sport Aragón en Zaragoza.