El Bada Huesca juega este domingo contra el Valladolid y el extremo Carmona tiene claro que es un partido con tintes de final. Queda casi toda la segunda vuelta por delante, pero la derrota contra Torrelavega en la pasada jornada ha intensificado el brillo de la luz de alarma en el siete altoaragonés. El objetivo es ganar y, si es posible, ganar el golaverage ante un rival que venció en el Palacio de los Deportes. El 40×20 castellano no es un sitio agradable para el altoaragonés. Todo lo contrario. Es una pista maldita. En los últimos cinco años siempre ha regresado de vacío. Y ese es otro aliciente, el de romper la maldición.
Valladolid no ha empezado bien la segunda vuelta. Perdió en Cuenca al que le aguantó los primeros 20 minutos de juego y el bloque lo tiene resquebrajado por las lesiones de algunos de sus jugadores capitales, aunque para este domingo podría recuperar a Miguel Martínez. Bada acudirá con la baja segura de Adrià Pérez y con Dijà del que Nolasco, técnico del equipo altoaragonés, alabó por su profesionalidad. Renqueante de su lesión, con Miguel Malo con un fuerte proceso gripal que lo ha alejado de los entrenamientos, el central brasileño apretó los dientes y entrenó para que no estuviera solo en el puesto Ignacio Suárez. ¿Jugará Dijà? se le preguntó a Nolasco. “Jugará” respondió el técnico.
Tanto Valladolid como Bada Huesca buscarán los dos puntos en juego para dar un paso que les sirva para alejarse del sur de la tabla. Los castellanos tienen 13 puntos y los altoaragoneses, 11. La clave para el partido, en palabras de Gerard Carmona, el abc del balonmano: ganar desde la defensa. Capear a la afición del Huerta del Rey será otro reto. Es una pista pequeña, con un público que aprieta y que obliga a tener las pulsaciones ajustadas a lo que el partido requiera en cada momento.
El extremo subraya la necesidad de controlar los partidos en los últimos minutos. Hasta esta temporada esa era una máxima. Sabía el equipo que si iba por delante en el marcador, no le iba a escapar, y esta temporada las dudas entran. Es lo que, a su juicio, le falta al equipo para cerrar los encuentros. Particularmente, Carmona sigue sudando optimismo y disfrute.