Imagino que estarán ustedes con los últimos preparativos para San Lorenzo, que no sólo se celebra en Huesca sino en un montón de localidades de la provincia, que también merecen su atención aunque sobre la capital altoaragonesa recaigan todos los focos. Que sepan que hay fiestas más allá de las de Huesca.
Pero que yo no venía a esto. Vengo a hablar del pasado y me encantaría no tener que hacerlo demasiado. Entre otras cosas porque ya les dije la semana pasada que era mejor mirar al futuro, pero hay cosas que no se pueden ni deben olvidar.
Sé que voy a dejar muchas preguntas en el aire y que seguramente no van a tener respuesta. Quienes deben responderlas han usado la táctica del avestruz para escaquearse de forma cobarde, sin ni siquiera una explicación. Luego estaría lo de si la aceptamos, la compartimos o la entendemos, pero al menos accionistas, socios y simpatizantes del Huesca, merecen unas palabras de descargo.
Antes de eso, digamos que Ollé sigue su trabajo, quizá lento, quizá silencioso, pero el Huesca se ha puesto en marcha. Podríamos valorar si lo ha hecho un poco tarde, quizá sin estar metido en las numerosas negociaciones, los tiempos sí han sido los idóneos, pero de una u otra manera, el nuevo presidente de la fundación, hace cosas, que es muy de agradecer.
En apenas siete meses, se ha puesto el mono de trabajo: ha entendido que el club necesitaba una vía de escape, ya fuera con la venta o con la ampliación de capital. Ya ven, no era tan difícil. Otros se tiraron un año mareando a la perdiz, y la marearon tanto que la perdiz les dijo que no.
En siete meses al frente de la fundación, Ollé ha entendido que perder 12 millones de euros no era por casualidad, y que las cosas no se estaban haciendo bien. Por eso, entre otros, el director general debía salir del club. Es extraño que ni perdiendo 7 millones la temporada anterior, nadie en la Fundación levantara la voz.
Y es que es bueno recordar, que hace justo un poco más de un año, Fernando Callizo se descolgaba con esa afirmación que todavía me persigue muchas veces de “hemos llegado a tiempo”. Luego, a las dos semanas, se permitió el lujo de decir que todos los clubes de segunda división eran deficitarios y que no pasaba nada con eso. Es lo que tiene gestionar un dinero que no es tuyo.
Y me sorprende tremendamente, porque Callizo no es un empresario del montón: si ha llegado donde ha llegado es porque ha sabido moverse en su sector, porque realmente sabía lo que hacía en su empresa, y representando al resto de empresarios que no le elegirían a dedo sino por sus capacidades. ¿De verdad Callizo no se estaba dando cuenta que el Huesca gastaba muy por encima de sus posibilidades? Y si se dio cuenta como nos la dábamos todos: ¿por qué no dio un golpe sobre la mesa para intentar cerrar la sangría? ¿por qué se marchó sin explicarnos eso? ¿De verdad creía que el Huesca “había llegado a tiempo” de salvar su economía cuando estaba claro que no era así?
Del local de Avenida Pirineos ya ni hablamos: era como ir en dirección contraria, pero la cosa era no reconocer que no tenían razón. Como aquella histórica comparecencia en la que Josete intentó convencer al personal que la economía del Huesca estaba a la orden de otros clubes, porque desde Balones Fuera, Bermúdez de Castro les había dicho 3 o 4 verdades que como recordarán, se cumplieron punto por punto.
En fin, que durante años, los dirigentes que gobernaban el Huesca se los pasaron no sólo gastando por encima de sus posibilidades, sino negando las cosas cuando los demás les decían que ese camino no era el correcto.
Es curioso ese silencio: el silencio de quien nos dijo que familias de Huesca lo estaban pasando mal por los despidos, y seguramente lo sería. La lástima es que otras familias de Huesca podrían haberlo pasado mejor si se hubiera contado con sus servicios en lugar de que solamente unos elegidos optaran a ser proveedores y trabajadores del club. Es curioso como los patronos de la Fundación permitieran que personas que lo más redondo que han visto en su vida fuera una tableta de chocolate, tomaran decisiones deportivas en el club, o se dedicaran a vetar periodistas porque no le gustaba lo que contaban.
En fin, que si seguimos echando la vista atrás solo nos sale bilis y mala sangre y tampoco es el caso, pero ya les digo: yo de memoria ando bien, y en cualquier momento seguimos recordando los “fantásticos” hitos que algunos han perpetrado.
En el fondo, unos patronos que o han vivido en una realidad paralela, o que el asunto les ha quedado muy grande. En manos de Ollé, estamos en buenas manos, o al menos, estamos en unas manos que toman decisiones, que ya era hora, y ya ven que no era difícil.
Y de peton comentamos algo, o ya si eso lo guardas también en la memoria?
porque estaría bien despejar las dudas (o no) de que en esos vasos comunicantes que han sido durante años la SD Huesca y Bahía, no ha viajado ni un solo euro de los (12M) que arrojan las cuentas de pérdidas y ganancias, y hayan podido acabar, en todo o en parte vía comisiones, en los bolsillos de alguien , por jugadores que ni han debutado, o que solo han hecho escala en Huesca , con o sin ficha, para cobrar una doble comisión, de compra y de venta, al más puro estilo FC Barcelona.
Grande Sergio!