ZARAGOZA | Julio Velázquez eligió la receta más vieja del fútbol, también de la vida. El día a día será su pauta de siempre, el camino más corto hacia el triunfo. Ante el Eldense busca iniciar el año con una victoria que cambie una inercia, que le convierta en el equipo regular que no ha sido en la primera vuelta, tampoco en los 6 partidos del salmantino.
El técnico prepara novedades y todo apunta a que mantendrá el sistema que descubrió para su Real Zaragoza. En ese lugar de la historia, Francho Serrano será la llave de todas las cosas, comodín por un día. Velázquez ha ensayado con el canterano en el carril izquierdo, en una solución nunca vista. Para encontrar una propuesta similar hay que acudir a un contexto muy concreto, al duelo ante el Espanyol, en una segunda mitad llena de matices. La expulsión de Calero y la inferioridad del Espanyol permitió que Velázquez hiciera un primer ensayo de lo que vendrá mañana.
Serrano partió en fase defensiva desde el carril izquierdo, haciendo suya la banda. En ataque, buscó la superioridad, pero no a través de la profundidad, sino conquistando el pasillo interior. En Elda puede repetirse la idea, con el canterano en el lugar de un futbolista mixto. El resto de los matices estarán marcados por las bajas. Quentin Lecoeuche o Iván Azón han regresado hace tan poco que su titularidad puede parecer prematura. Lo más lógico es que aparezca Mollejo de nuevo como delantero de urgencia, más feliz en el frente de ataque que en ningún otro lugar. Le acompañará, de cerca, Maikel Mesa. Nadie parece tan fino en el equipo ni tan próximo al gol como el tinerfeño, cómodo ante la responsabilidad, mejor futbolista en los momentos de la verdad.
Empieza el tramo clave de la competición y el Zaragoza debe cambiar el paso en el regreso del fútbol. En la jornada tendrá mil ojos en todas partes, pero convencido de que podrá escribir su suerte. Si el guión se basa en el partido a partido, conviene pensar que en la próxima secuencia se pueden decidir muchas cosas. Nadie gana ligas en enero, pero sí pueden perderse.
El regreso examinará una liga atípica, pausada más de lo que debería, en un calendario que elige Tebas para desgracia del Zaragoza y sus aficionados. Si el fútbol se escribe en el presente, a Velázquez la historia no le sirve para vencer. Solo la cuenta más antigua del fútbol, modernizada por Simeone con un eslogan que fue antes de Bilardo. En Elda se probará si el Zaragoza le ha ganado tiempo al reloj, si se acerca de verdad a los objetivos que ha marcado su presidente. En el ascenso de ayer, solo importa el triunfo de mañana.