Y es que cuando estás de que no, ni tan siquiera apabullar a tu rival estadísticamente es sinónimo de victoria. A los hombres de Francisco se les sigue resistiendo la primera victoria en casa de la temporada y no será por méritos ofensivos. 32 disparos a puerta contabilizó el cuadro local por tan sólo 5 del cuadro visitante. Una estadística muy desequilibrante difícil de ver a estos niveles. Además, lo que todavía provoca más escozor son los 12 disparos entre los tres palos de los oscenses por los 3 del cuadro granota, de los cuales 2 fueron gol. El portero visitante Oier, como otras tantas veces los porteros visitantes, se convirtió en el mejor jugador del partido, salvando algunas acciones de gol cantadas.
Sin duda, un caudal ofensivo más que suficiente para haber resuelto un partido de claro dominio local, pero al que los despistes defensivos, la falta de acierto y la actuación desconcertante del trencilla, le privaron de un triunfo que, por méritos, fue más que merecido. La primera victoria del Huesca en El Alcoraz se está haciendo esperar y es que, junto a Rayo Vallecano y Real Sociedad, es el único equipo que todavía no conoce el triunfo en su estadio. Tras finalizar la jornada y a expensas de la Real Sociedad-Celta de Vigo, la permanencia se sitúa en 13 puntos. El CD Leganés marca la zona de salvación a 6 puntos de los oscenses.
Francisco introdujo varias novedades ante el Levante, entre ellas, un cambio de dibujo hasta ahora inédito. Con una disposición bien conocida por la afición local, y con la cual tantas alegrías pasadas había tenido, el cuadro oscense se plantó con un 1-4-1-4-1 en el que adquirió mucho protagonismo una medular con clara vocación por el buen trato del balón. La irrupción de un Rivera agigantado, junto a Moi, fue tan determinante como esperanzadora. El Huesca compactó la zona medular y lo hizo a base de fútbol, personalidad y una movilidad casi desconocida.
El Huesca se gustó, tuvo criterio, ritmo, velocidad y una sorprendente facilidad para generar en tres cuartos de campo. Durante muchos minutos la afición volvió a sentirse identificada con un juego alegre y lleno de mordiente, pero al que le sigue penalizando los errores defensivos. Con poco, le golpean mucho. Y eso, en estos niveles se paga y muy caro. A pesar de ello, la evolución es un hecho. Un hecho cargado de buenos argumentos y un fútbol que gusta, pero que de momento no es todo lo eficaz que se desea.
A pesar de ello, si algo parece vislumbrar este Huesca de Francisco es que ha perdido el miedo a la categoría y ahora es un equipo muy competitivo. De momento no da para lo que verdaderamente importa, pero mostrando este nivel el triunfo en El Alcoraz se sitúa un poquito más cerca.
Emotiva despedida en el Hotel Pedro I
Sin duda fue una de las noticias de la jornada. La afición local no dejó pasar la oportunidad para mostrar su apoyo al equipo y en torno a las 16:30 se congregó a las puertas del hotel de concentración. Unas 300 personas se dieron cita y animaron al ritmo del “Huesca yo te quiero, te vengo a ver; Huesca yo te quiero, hoy no podemos perder” que tanto se escucha esta temporada en El Alcoraz. La concentración organizada por las peñas azulgranas contó con la presencia de muchos fieles que quisieron acompañar al Huesca en un momento tan delicado.