Luis Parejo (Parex) conserva el acento andaluz de su Almería natal pese a que pronto fue captado por el Real Madrid y allí se fue a forjarse como jugador de baloncesto. Cáceres es su casa y regresará cuando acabe su periplo en el Peñas. Forma parte de su vida. A su mujer, Cristina, le pidió matrimonio en el Multiusos -después de una derrota- y de allí es la hija de ambos, Celia. Con Jorge Lafuente comparte la capitanía de este renovado Levitec Huesca lo que deja claro que tiene mando en plaza.
“Vengo a seguir disfrutando del baloncesto, algo que me apasiona”, suelta para explicar la razón de su llegada al Peñas. En Cáceres era -es- una referencia. Le quedaba un año de contrato, pero surgieron ciertas asperezas. En concreto falta de presupuesto para elaborar el de la actual campaña y dudas de si podrían cumplir lo pactado así que le liberaron. Se tuvo que buscar la vida y “Huesca tuvo mucho interés. Los dos David (Gómez y Gros) me llamaron, me contaron el proyecto y me pareció muy atractivo”.
Parejo fichó por el Real Madrid a los 14 años. Almería fue desde entonces lugar de vacaciones y poso de amigos, pero Cáceres cada vez caló más en su corazón. No solo sentimental y afectivo, también en el terreno de las amistades. “Mi vida está en Cáceres y, además, me casé allí”, atornilla. Su chica es de Santa Amalia, un pueblo a 70 kilómetros de la capital. Le pidió matrimonio, además, después de perder un partido contra Azpeitia, un 23 de febrero de 2018. Se casaron en el verano de 2019. Fue en el centro de la pista y con la rodilla hincada. Como si fuera una película y Cristina no se lo esperaba. “Soy más romanticón que tradicional”, dice Parex con una sonrisa.
Su llegada a la cantera del Real Madrid con 14 años fue algo “increíble”. “Tengo el mejor de los recuerdos posibles. Cambió mi vida. Fue un sueño el de poder llegar a ser jugador profesional de baloncesto. Más allá que uno sea del Madrid o no, es una de las mejores entidades deportivas del mundo. Tienen a los mejores médicos, a los mejores profesionales. Nos trataban excelentemente bien, competías internacionalmente y eso te abre la selección en las categorías inferiores… Y la exigencia es brutal”, cuenta.
Siempre ha sentido la necesidad de compatibilizar los estudios y el deporte. Eso se lo inculcaron desde casa. Sus padres se lo recalcaron y por eso es licenciado en Administración y Dirección de Empresas. De su etapa de formación tiene una especial amistad con Pablo Aguilar, padrino de su hija Celia. Richard Nguema, el NBA Bojan Bojdanovic, estuvo cercano a Llul y cuenta con un amplio ramillete de amigos entre los que destaca al “animal” Ricky Rubio o Pere Tomás.
Reconoce que le hubiese “encantado” haber jugado en ACB, que la mayor parte de mi carrera hubiera sido allí, o haber llegado a la selección española absoluta, aunque matiza que lo “más importante es dar el cien por cien cada día y disfrutar del proceso. Hay quien por sus cualidades físicas o técnicas puede llegar y otros no. Disfruto de haber conocido tanta gente y de haberme podido dedicar profesionalmente a un deporte que amo, he viajado por Europa y también he estado en China jugando torneos y todo esto es maravilloso”.
Con un taxativo “por supuesto” responde cuando se le pregunta si le gusta la responsabilidad y por el hecho de que con Jorge Lafuente sea el capitán del Levitec Huesca 2020/21. Eso sí, desliza que es el segundo capitán porque es el canterano, de regreso esta temporada al Peñas, “nuestro abanderado”. Huesca y Cáceres guardan cierta similitud de gestas mayores a las que siempre sueñan con volver. En el caso de Cáceres de sus partidos en Europa y de la final de la Copa del Rey contra el Joventud, en 1997.
De este CB Peñas destaca la profesionalidad y especialmente el Peñas Center. “Es una instalación que no es común en un equipo de LEB Oro, con disponibilidad total, sala para fisios, para el cuerpo técnico…”, señala. La pretemporada sigue con el debe de la falta de Carter III, Cubillán y Omogbo. Desde la veteranía, Parejo hace un llamamiento a la calma porque la base sobre la que se trabaja es buena para una próxima LEB Oro con una arquitectura de grupos que “no me gusta nada porque se devalúa la competición por mucho que diga la Federación y que algunos clubes crean que se abaratan costes”.
Parejo luce en el dorsal el nombre de Parex. Surgió con Sergio Llorente, exjugador del Peñas, en Ávila. “Fue una gilipollez de 20 años. Él se puso Joe y yo Parex. Lo subimos a las redes y nos metimos en play off. Y desde entonces me lo he dejado”, recuerda entre risas.