Víctor Fernández siempre fue un tipo vocal en el centro de la escena. Sus ruedas de prensa dejan titulares y mensajes encriptados por igual, certezas que suelen producirse. La de la previa del encuentro ante la SD Eibar no fue diferente. Hubo tiempo para tratar situaciones personales, para elogiar, como viene siendo habitual a lo largo de esta temporada, las fortalezas del rival y para mirar al futuro con optimismo.
Entre Soberón y Luna se repartieron las primeras preguntas. Víctor fue claro y conciso con los dos: “Soberón volverá a la convocatoria y Luna, aunque arrastra molestias en su rodilla, tiene posibilidades de jugar”. Soberón y Víctor comparten una característica que les hace diferentes: ambos, cada uno en lo suyo, se mueven por instinto. Y la vuelta del actor más silencioso y goleador de todos representa también el regreso del futbolista más eficaz de la categoría, de un tipo que combina voracidad e inteligencia.
David Foz habló sobre la búsqueda de lo elemental en una de sus últimas intervenciones en Palmadas Al Viento. “A veces es lo más difícil de conseguir”, dijo. El Zaragoza partió en Riazor con un cambio de esquema, en lo que fue una traición contra sí mismo de Víctor Fernández. El técnico buscó lo básico: defender por acumulación para frenar la hemorragia defensiva. Y el resultado, con interpretes poco habituales, fue positivo: “Los jugadores se sienten cómodos con el reparto de alturas en este dibujo. Lo importante es que todos los jugadores estén en posiciones naturales”.
La realidad de Liso
Para el encuentro de mañana en Ipurúa, Víctor descartó la presencia de Liso en el carril. El canterano atraviesa un tramo de temporada gris, difícil en todas sus formas. El lenguaje corporal es el mejor amigo y enemigo de los futbolistas y Liso, a través de él, dejó constancia de que no está bien en el encuentro de Copa del Rey ante el Granada. Fernández, consciente de ello, le dejó un mensaje en su comparecencia: “En el momento actual no le podemos buscar muchas complicaciones tácticas. Por condiciones físicas lo puede dar. Hoy no lo puede hacer”.
Víctor, en su final, prefirió abstraerse de conjeturas. Destacó la base de cara a futuro que ha creado el club y cerró haciendo buena una frase que lleva retumbando en La Romareda desde hace semanas: “Debemos colocarnos en una posición para llegar a las diez últimas jornadas con posibilidades para todo”.