Víctor Fernández, ¿sí o no? Con la mala racha del Real Zaragoza son muchos los que giran la vista hacia el banquillo a la hora de pedir responsabilidades. El Real Zaragoza suma 5 jornadas consecutivas sin ganar, 5 derrotas seguida en La Romareda y acumula números de descenso desde que regresó la competición. ¿Sería la solución un cambio de entrenador a estas alturas de la temporada?
Víctor es el capitán del barco, pero sus jugadores tampoco están dando la talla. De hecho, en la encuesta que hemos realizado en el Twitter de SportAragón, solo el 14% de nuestros lectores considera a Víctor Fernández el culpable de esta situación. Mientras, el 26% considera que es la plantilla quien tiene la mayor parte de culpa. El 9% se decanta por señalar al club, pero la inmensa mayoría y casi un 50% reparte la culpa de esta situación entre todos los estamentos del club. Ante esta situación nos preguntamos, ¿Víctor Fernández debe continuar en el banquillo del Real Zaragoza? ¡Nuestro redactores lo debaten!
Laura Solán: “Echar a Víctor no es la solución”
Esta claro que el equipo no está bien ni mental ni físicamente y Víctor Fernández es el encargado de corregir esta situación. A la corta plantilla del Real Zaragoza se le suman las lesiones, lo que impide que el entrenador zaragocista pueda hacer rotaciones. Las pocas horas de descanso y la carga de partidos pueden ser otras de las razones del bajón del equipo.
Si en los entrenamientos se demuestra una imagen y en el césped otra, algo no funciona. Los once elegidos por Víctor Fernández para cada partido son los mejores o los que el técnico considera que son los más adecuados para jugar ante el rival al que se va a enfrentar el Real Zaragoza. Cuando las cosas no salen es muy fácil criticar al banquillo y sobre todo si eres de casa.
Víctor Fernández llegaba al Zaragoza con un objetivo: salvar al equipo de un posible descenso a Segunda B. Su continuidad era casi inimaginable aunque, la confianza y el cariño de la afición le hizo cambiar de opinión. La temporada 2019-2020 comenzaba de la mejor manera, siendo el Real Zaragoza uno de los equipos fijos en la zona de privilegio. En febrero el ascenso directo era algo real, pero la pandemia ha afectado y mucho a los futbolistas del Real Zaragoza.
Víctor Fernández, además del entrenador que representa al Real Zaragoza es un aficionado más. Sufre, pasa nervios y lo pasa mal como cualquiera de nosotros. Además, es el técnico que ha dejado al club en lo más alto y ha hecho una de las temporadas más regulares desde que el equipo aragonés descendió a Segunda División.
A nadie le gusta perder y sobre todo dando una mala imagen, esto para parte de la afición ya es motivo de dimisión o destitución, pero ¿podría alguien hacerlo mejor? ¿Si Víctor se fuera, eso garantizaría el ascenso? La respuesta es no. Ahí son los jugadores los que deben demostrar una profesionalidad, valía y coraje que, en muchos casos, no están teniendo sobre el terreno de juego. Todos deben ser lo suficientemente responsables para demostrarlo por si mismos.
Ya son muchos partidos en los que el Real Zaragoza ha caído, pero la Segunda División es una categoría muy complicada y cada vez más igualada. Los rivales estudian a los aragoneses. Víctor Fernández es humano, pero no se rinde. Su cabezonería, una característica de los aragoneses, no parará hasta dejar al Real Zaragoza en lo más alto porque el entrenador de la Recopa es el único y el más indicado para conseguir algo grande con su club. Víctor conoce al equipo más que ningún entrenador y es el técnico que va a conseguir el ascenso pase lo que pase por su juego, táctica y personalidad.
Jorge Antón: “Víctor Fernández debe dimitir”
El Real Zaragoza sigue en caída libre. Cuando parece que ya ha tocado fondo, el equipo maño vuelve a caer un poco más. Las derrotas ante Huesca y Girona parecían suficientes para iniciar la reacción. Sin embargo, el Rayo Vallecano volvió a sacarle los colores a un equipo que se tambalea a falta de dos jornadas para el final. Ante el Oviedo, cosechó su quinta derrota seguida en casa por primera vez en sus 88 años de historia.
Una goleada que evidenció la incapacidad del Real Zaragoza para remontar la situación y competir por el ascenso a través de los playoffs si no hay un cambio en el banquillo. Víctor Fernández ha demostrado ser incapaz de levantar a un equipo físicamente agotado y mentalmente destrozado. La caída está siendo tan inesperada como histórica, siendo un cambio de entrenador lo único que podría darle al Real Zaragoza un ascenso que durante las últimas nueve jornadas ha parecido despreciar.
La escasez de rotaciones ha quemado por completo a jugadores clave, como Guti, Suárez o Vigaray, que tienen que jugar al límite, incluso infiltrados. Aunque no son los únicos. La plaga de lesiones y bajones de ritmo no hacen sino demostrar la deficiente preparación física que se ha llevado a cabo durante el confinamiento.
Sin embargo, el aspecto más preocupante es la falta de ideas desde el banquillo ante la debacle de las últimas semanas. Víctor sigue anclado en un fútbol de hace veinte años mientras el resto de entrenadores, más adaptados al fútbol moderno, le adelantan por ambos lados. La insistencia en jugar con extremos y aislar a Luis Suárez ha provocado que el Real Zaragoza se haya convertido en un equipo inofensivo en ataque.
Ni siquiera perdiendo por dos goles al descanso, Víctor ha sido capaz de cambiar sus ideas, manteniendo el mismo esquema (4-1-4-1) cuando al equipo solo le valían los tres puntos. Víctor está tan hundido psicológicamente que es incapaz de levantar a algunos de sus jugadores, sumidos en el error continuo y con un miedo terrible a fallar.
¿Acaso se puede ascender encajando en todos los partidos? ¿Es posible subir de categoría cuando hay jugadores con miedo a aparecer en el juego? La solución debe de ser drástica si se quiere pelear por tercera vez los playoffs de ascenso.
Estaremos de acuerdo en que es la última decisión que habríamos deseado, pero también lo estaremos en que de seguir así el Real Zaragoza está abocado a un futuro desolador, humillante. Quizás sea demasiado injusto despedir al hombre que levantó la Recopa y vino a salvar al club. Quizás lo más acertado sea que Victor Fernández decida dar un paso a un lado y dejar que otro, con la ilusión intacta y la mente liberada, intente recuperar y llevar al Real Zaragoza de una vez por todas a Primera División.