ZARAGOZA| El Real Zaragoza acudió ayer a La Romareda con la convicción de salir a ganar la “final” que disputaba ante el Racing de Ferrol. Debía conseguir los tres puntos para poner fin a un sufrimiento que parecía imposible a principio de temporada pero que viendo el resto del año era esperable. La victoria hubiera supuesto evitar el peligro y asegurar la salvación y enterrar una campaña de grandes contrastes y empezar a asentar las bases para el año que viene.
Tras un inicio alentador con gol de Adrián Liso incluido, poco a poco los gallegos fueron sacudiéndose el ímpetu local y consiguieron entrar en un encuentro en el que ellos también se jugaban muchas cosas. En apenas 10 minutos un viejo conocido del Real Zaragoza volteaba el marcador y ponía las cosas muy cuesta arriba para los aragoneses. La situación era tétrica y toda La Romareda lo sabía. Pero la noche tuvo un protagonista inesperado: Sergi Enrich. El veterano delantero no había logrado anotar con la camiseta blanquilla y lo consiguió en un momento clave. Su gol en el descuento firmaba un empate in extremis que salvaba a los suyos de quedarse a un paso del abismo.
De este modo, el Real Zaragoza consiguió un punto que como el propio Víctor Fernández dijo en rueda de prensa, no sabemos aún si “será un punto de oro o no tendrá valor”. Una rueda de prensa en la Víctor no escondió el peligro de la tesitura que vive el equipo y en la que dejó entrever el varapalo que supuso no alzarse con la victoria pero en la que también expresó su tenacidad para no desistir. “Tenemos la obligación de levantarnos. Había jugadores llorando en el vestuario. Como profesionales, debemos seguir peleando. El domingo tendremos una oportunidad para sacar esto adelante. La desolación era grande en el vestuario”, expresó el técnico zaragocista.
El entrenador aragonés se mostró contento en líneas generales con el encuentro que realizaron sus jugadores destacando que estuvieron “cerca de ganar” y sobretodo la última media hora en la que consiguieron “embotellar” a su rival. Por ello, parece que una jornada más el Real Zaragoza hizo méritos para llevarse algo más del choque pero volvió a quedarse con un botín escaso. No obstante, sabemos por palabras del propio Víctor que el equipo va seguir “luchando” y “peleando” por conseguir el objetivo que tanto preocupa y asusta. Zaragoza nunca se rinde.