Último partido en La Romareda de la temporada del Real Zaragoza bajo un sofocante calor veraniego en pleno mes de mayo. El rival, el Lugo (10 temporadas en Segunda), un clásico de la Segunda división en la última década, al igual que los locales (9 temporadas). Enfrente estaba un equipo con unos números muy similares a los de los maños, igualados en la descomunal cifra de empates: 20 para cada equipo.
A pesar de los escasos alicientes para acudir a La Romareda, el feudo maño presentó una imagen digna para ser un viernes a las 21:00 horas. Eso sí, comparado con cualquier otro partido la grada no se llenó del color que acostumbra. Poco más de 10.000 espectadores.
Juan Ignacio Martínez no quiso reservar a ningún integrante de su guardia pretoriana durante el curso. Exceptuando la baja por la inminente paternidad de Jair, el resto del once lo compusieron las caras más reconocibles del equipo, incluso las más aborrecidas. El redebut de Dani Lasure debería esperar a la segunda mitad. Sabin y Álvaro Giménez arriba, acompañados por el goleador frente al Oviedo, Bermejo; doble pivote con Petrovic y Grau, con Eugeni de enganche; y la defensa de siempre, con López ocupando la plaza de Jair.
Sin tensión ni ambición
Primera ocasión del Lugo tras un despiste de López con Moyano presionando en el área maña, que Cristian Álvarez atajó tirando de reflejos. El córner de después, a punto estuvo Iriome de adelantar a los lucenses. Adormilada la defensa zaragocista.
Las pulsaciones del partidos eran bajas. Casi comprensible ante la falta de motivaciones de unos y de otros, pero a los aragoneses se les notaba más porque jugaban en casa, ante su afición, que tan solo les ha visto ganar seis veces.
El Zaragoza trató de acelerar los ataques conectando con Eugeni y Bermejo por los carriles interiores. Mientras, Álvaro estaba a lo suyo, a bajar al medio para aguantar de espaldas. Por su parte el Lugo no se fue por las ramas. Agazapado en su campo, esperando a los fallos de los de Jim, tuvieron sus ocasiones. El falso 9 Chris Ramos protagonizó la tercera ocasión del Lugo en 12 minutos. Un disparo con rosca con muy mala intención que no cogió portería. El Lugo estaba con un punto más de intensidad, sin duda.
En medio de un desajuste tras un ataque del Zaragoza, Cristian Álvarez salió hasta casi la línea del centro del campo a apoyar al último defensa que se media en carrera al delantero del Lugo. Al meta argentino se le fue larguísimo el primer control y a punto estuvo de liarla, pero los gallegos no supieron aprovechar el descuido local. Parecía que Cristian quería echarle un poco de picante en un contexto insulso.
Un Lugo más intenso
El Lugo compró más papeletas para ganar el partido al comienzo de encuentro. Los muchachos de Jim salieron apesadumbrados, sin ímpetu, como si ya hubiesen olvidado lo que sucedió contra el Alcorcón. De nuevo, Chris Ramos tuvo en sus botas el primero, tras un pase filtrado en la frontal del área maña aprovechado por un Campabadal centrador en línea de fondo. Ramos se topó con un cuerpo vestido de blanquiazul que repelió el disparo. El Real Zaragoza sufría frente al Lugo.
Entre el remanso de paz de los futbolistas zaragocistas, Bermejo quiso quitarle las legañas al equipo y confiando en su zurda armó un disparo desde 30 metros sin éxito. Poco después, alcanzada la media hora, el colegiado pausó unos minutos el juego para que los 22 protagonistas se refrescasen un poco. El bochorno también era climatológico.
El quinto remate peligroso de los de Rubén Albés fue de Moyano, solo en el área para rematar flojo a las manos de Cristian. Pero solo, totalmente solo. No había comparecido aún la línea defensiva.
La más clara de la primera parte fue del siempre bajo sospecha Sabin Merino. Gámez, en el pico del área, puso un centro con el efecto hacia fuera que Merino enganchó de volea con una ejecución técnica llena de plasticidad por encima del espectáculo ofrecido por el vasco hasta ahora. Sin embargo, la pelota sobrevoló por encima del larguero del zaragozano Whalley.
El partido se sumió en la pesadumbre esperada, lleno de faltas, pérdidas de tiempo y errores no forzados. Ningún equipo tenía prisa por ganar. De nuevo, con un error de comunicación entre Cristian y su defensa que derivó en ocasión para el cuadro alvibermello, murió una primera parte sin mucha vida.
Victoria en la segunda mitad
La nefasta primera mitad de Sabin y Eugeni les condenó al banquillo durante el descanso. Iván Azón y Vada sustituyeron a los fichajes invernales para meter una marcha más al equipo. Comentario a parte merece la actuación de Eugeni, un jugador venido a menos desde su eclosión en el Zaragoza en invierno. El tarraconense ejemplificó el desatino y desgana el equipo del león en los iniciales 45 minutos. Parece que el crédito del catalán se ha esfumado y su continuidad en el club la deberá luchar como cualquiera.
Como en la primera mitad, Bermejo fue el único que llamó a la puerta de Whalley. En un posición muy similar desde la que disparó en el minuto 30, el madrileño volvió a confiar en su zurda y esta vez estuvo más cerca del gol. El meta lucense, primero, y el larguero, después, impidieron el tercer gol de la semana de Bermejo. El ’22’ zaragocista, igual que en Oviedo, fue el más activo.
Xavi Torres decidió agitar el partido con una entrada feísima a Fran Gámez. El lateral, en el medio campo, llegó antes a la pelota y el veterano centrocampista le clavó los tacos en el tobillos. De primera el árbitro no lo vio, pero para eso está el VAR, que avisó a Moreno Aragón para revisar la jugada. El Real Zaragoza tenía por delante 30 minutos con un jugador más.
Más allá de la táctica, de las ocasiones y el resultado, Daniel Lasure protagonizó el momento del partido. El redebut casi un año y medio después con el Real Zaragoza de un zaragozano formado en la cantera desde los 11 años, tras superar un cáncer testicular, alegró la noche a una enrarecida afición. Corría el minuto 64 y La Romareda se puso en pie para ovacionar a uno de los suyos.
Como no podía se de otra forma, el Zaragoza pisó el acelerador para salvar el marrón en el tramo final. Un mal despeje de Allende acabó en la posición de Petrovic que no se lo pensó dos veces a la hora de enganchar el cuero. Para desgracia del serbio, la poblada defensa alvibermella rechazó el disparo.
Azón cocina, Vada come
La superioridad numérica se tenía que hacer notar de alguna forma. En una diagonal de Francés hacia Azón, que se zafó de su rival con el cuerpo, el aguerrido delantero maño cedió atrás el esférico hacia la llegada de Vada de segunda línea que remató a placer de primeras. Buen gol del Zaragoza cocinado entre dos sustituciones de Jim, con gran mérito del canterano Azón. De esta forma, el argentino iguala a su asistente con seis goles.
El Real Zaragoza comenzó a tratar bien el cuero. Dada la inferioridad del equipo dirigido por Albés, los maños se hicieron dueños y señores del encuentro. Puche, a falta de 10 minutos, ingresó al terreno de juego a comerse el campo, como siempre.
Otro recién ingresado al campo, el canterano del Lugo, Antonetti, tuvo en sus botas el empate visitante al estrellar un cabezazo al larguero de Cristian en el área pequeña ante una defensa del área inadmisible de Lluís López. Pocos minutos después, Petrovic también se confió en exceso tirando una croqueta al rival en área propia que Chris Ramos perdonó ajustando demasiado el disparo. Tremenda bronca se llevó el serbio de Jim.
En los seis minutos de descuento que añadió el árbitro, Lasure tuvo la oportunidad de coronarse en el su vuelta. El maño cargó un potente disparo, aunque algo centrado, desde la frontal que Whalley mandó a córner. Qué bonito hubiera sido contar un gol de Lasure en la noche de hoy.
Ante sorpresa de muchos, el partido se decantó hacia un lado, el zaragocista, y el empate que sobrevolaba en la cabeza de muchos no llegó. Una victoria por la mínima y con lo mínimo del Real Zaragoza en el último partido en casa del equipo y de Juan Ignacio Martínez como entrenador del cuadro maño.
Ficha técnica
Real Zaragoza: Cristian; Gámez, Lluís López, Francés (Francho, 89′), Chavarría (Lasure, 64′); Petrovic, Grau, Eugeni (Vada, 45′); Sabin Merino (Iván Azón, 45′), Sergio Bermejo (Puche, 81′), Álvaro Giménez.
CD Lugo: Óscar Whalley; Campabadal (Ricard, 61′), Alberto, Diego Allende (Antonetti, 81′), Lebedenko; Xavi Torres, Clavería, Señé; Iriome (Pita, 61′), Sebas Moyano (Cuéllar, 61′), Chris Ramos.
Árbitro: Moreno Aragón, Álvaro. Comité andaluz.