Casademont Zaragoza consiguió una gran victoria ante Unicaja de Málaga en un partido que dominó de principio a fin y que demostró el nivel al que puede llegar a jugar. El resultado (93-82) se queda corto para el gran juego rojillo. Ponsarnau y sus jugadores necesitaban ganar para recuperar sensaciones.
Buen inicio
Casademont Zaragoza saltaba a cancha con Cook, Mobley, Yusta, Radoncic y Thompson. Los de Ponsarnau comenzaban el encuentro con 4 puntos consecutivos de Deon Thompson. Sin embargo, Unicaja de Málaga no se arrugaba y contestaba desde el triple para ponerse por encima (8-9). Pese al buen juego de los rojillos, la efectividad permitía a los de Katsikaris llevar el peso del partido (17-19).
La entrada de San Miguel y Waczynski revolucionaba el encuentro, que pasaba a ser de dominio local. Bone culminaba una bonita acción individual y se cerraba el primer cuarto con 26-21 en el luminoso.
Huracán rojillo
El segundo cuarto no paraba a la maquinaría rojilla, que seguía con grandes sensaciones. Deon Thompson sacaba a relucir su buena mano para poner 10 puntos de ventaja (31-21). La marea roja vibraba con el juego de su equipo, mientras, Fotis Katsikaris se veía obligado a pedir tiempo muerto para intentar parar el vendaval maño (40-29).
La arenga a sus jugadores no tenía efecto y Casademont castigaba a un Unicaja sin ideas. Dos jugadas individuales de Brizuela reducían la ventaja a menos de 10 puntos, pero el partido era claramente de color rojillo. Alberto Díaz no podía tirar antes de la bocina y se llegaba al descanso con 53 a 38, máxima ventaja del encuentro.
🏋️¡𝙔𝙖 𝙘𝙖𝙡𝙚𝙣𝙩𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙨𝙤𝙗𝙧𝙚 𝙡𝙖 𝙥𝙞𝙨𝙩𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙁𝙚𝙡𝙞𝙥𝙚!
👏 Os esperamos 'marea roja'#TuAlientoNuestraEnergía 🦁 #VamosCasademont pic.twitter.com/heXKLLWEVG
— Casademont Zaragoza (@CasademontZGZ) February 5, 2022
Sin opción de remontada
Ambos equipos volvían de vestuarios muy motivados: Unicaja buscaba reducir la desventaja y Casademont romper el partido. Los malagueños se acercaban en el marcador de la mano de Brizuela y Alberto Díaz, pero la pareja Bone-Thompson seguía de dulce (63-48). Nuevamente, Brizuela conseguía poner a los suyos a 10 puntos, las dudas mañanas aparecían y Ponsarnau paraba el encuentro para reconducir a sus pupilos.
Adam Waczynski, muy acertado en el día de hoy, volvía a sofocar el intento de remontada de su exequipo (69-55). El alero polaco cerraba el cuarto con un gran triple sobre la bocina y colocaba el 79-60.
Plácido final
El último período comenzaba con Jordan Bone anotando la canasta que ponía a los maños 21 puntos arriba, máxima diferencia. Desde ese momento, el último cuarto fue un intercambio de canastas que hacía disfrutar a todo el público presente en el Príncipe Felipe. Barreiro y Brizuela maquillaron el resultado final. El partido finalizó con 93-82 en el marcador.