Ha pasado ya la mitad de la temporada y el Huesca se ha acostumbrado, muy a su pesar pero ajustándose a la lógica, a vivir en la fina línea que un día te pone en descenso y otro te mantiene en la categoría, a mirar de reojo los resultados de 6 o 7 equipos que aparecen como rivales en el horizonte, y a luchar y competir en inferioridad de condiciones en el tema monetario con muchos de ellos.
Pasado el ecuador de la competición, está claro que el objetivo del equipo será dejar al menos a cuatro equipos por detrás, y si es alguno más mucho mejor para no tener unas últimas jornadas de infarto.
Hay 4 billetes que nadie quiere, pero que deberán llevar nombre a final de temporada, y en dos de ellos, Bilbao Athletic y Llagostera ya empiezan a vislumbrarse, porque, aunque hasta que no pasa el último cura no termina la procesión, pero con 15 y 18 puntos respectivamente y con la manifiesta igualdad de la categoría, se antoja harto difícil que cachorros y gerundenses hagan el doble de puntos en esta segunda vuelta, y aun con eso probablemente no les alcanzaría para salvarse.
No hay que olvidar sin embargo que la Llagostera se salió en la segunda vuelta el año pasado, gracias a un tal Sergio León, y que en el fútbol todo es posible, pero los milagros ocurren con cuentagotas.
Los otros dos billetes va a ser más difícil adjudicarlos: el Almería, asiduo equipo en descenso, parece despertar con la llegada de Pipo Gorosito, y su plantilla a parecerse a la que en verano era candidata a retornar a Primera. En Mallorca no sólo han recibido a Fernando Vázquez como un soplo de aire fresco, sino que gracias a Don Talonario han hecho lo que han querido y muy probablemente les salga bien: bendito parné que otros no tienen.
Girona o Albacete parecen otros dos compañeros de viaje de los de Anquela, a los que algunos quieren sumar a la Ponferradina que se ha desinflado como un globo, y al irregular Numancia que arrancó como un tiro, pero que se ha atascado de manera sorprendente y no encuentra la regularidad del inicio.
Con todos estos y con alguna sorpresa más, el Huesca deberá batirse el cobre para que su nombre no aparzca en los billetes del descenso, así que nos espera una segunda vuelta infartante donde cada punto va a ser oro molido.
Seamos conscientes pues de que vamos a vivir en el alambre todos estos meses, aunque me encantaría equivocarme y pensar que los 3 o 4 últimos partidos el Huesca lo pudiera tener todo hecho, pero no parece el caso.
Las cartas están ya sobre la mesa, a ver qué mano le viene al Huesca y si sabe jugar sus bazas con criterio y acierto.
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Acertado como siempre,aunque yo veo carne de descenso,si la federación no lo evita(con Villar cualquier cosa) al Tete.Esta jornada es vital.
Yo espero que te equivoques,y el HUESCA no sufra,y todos los aficionados disfrutemos del equipo,un saludo campeón.