El Huesca recibe al Granada (domingo, 14.00) con un nuevo rol, el de equipo pequeño que se enfrenta a un candidato al ascenso. “Somos esa pequeña aldea gala irreductible ante el imperio romano”, ese es el combinado oscense que se dibujaba en la cabeza de Petón cuando llegó al fútbol profesional. Ahora el club se vuelve a sentirse pequeño tras haber sido un gigante en la categoría, tras su paso por la Primera División. El entrenador del local, `Cuco´ Ziganda puso por las nubes al rival granadino y a otros seis equipos que aspiran al ascenso, mientras colocó a su equipo dos pasos por detrás de la clase alta de la clasificación.
La realidad del fútbol sitúa al equipo oscense fuera del grupo de favoritos tras un lustro con máximas aspiraciones. Es difícil para una afición pasar de ser candidato a ser una mera comparsa, pero el público de El Alcoraz está acostumbrado a todo. Son pocos, pero algunos ayudaron a que el equipo no bajase a Regional Preferente en Ejea hace 25 años y fueron muchos los que vieron al Real Madrid o al Barcelona por El Alcoraz. Contrastes tan fuertes que solo una afición unida como la del Huesca puede soportar.
El Huesca asume el rol de equipo pequeño, pero lo hace con orgullo y quiere demostrar que El Alcoraz es un campo complicado, incluso para el poderoso Granada. Ziganda ha logado forjar una de las mejores rachas en la historia de los oscenses en Segunda como locales, con 12 partidos sin derrotas (solo lo supera el equipo de Rubi que enlazó 15). Para mejorar esos números vuelve el hombre más esperado por el entrenador y por toda la afición del Huesca: Marc Mateu.
Marc Mateu
Con el valenciano, el equipo oscense se naturaliza, podrá volver a jugar con un 4-4-2 y sin inventos. Nueve futbolistas ha probado el `Cuco´ para ese puesto (Lombardo, Vilarrasa, Manu Rico, Juan Carlos, Kanté, Joaquín, Javi Martínez, Escriche y Villar) y ninguno ha estado a la altura. Marc Mateu además puede ser clave en el balón parado, donde el año pasado impartió un máster y donde este año está suspendido tras 113 córners sin goles.
Símil montañero
Del Mulhacén de Granada al Aneto de Huesca 910 kilómetros de distancia, que parece la diferencia que hay en la clasificación entre los dos equipos, pero en altura solo se llevan 75 metros (3.479 el andaluz por los 3.404 del aragonés) y esa es la mínima distancia que se puede ver en un partido de Segunda División. El Huesca solo ha perdido dos partidos por más de un gol y solo ha ganado un encuentro por más de un tanto.
El Granada, un equipazo
Paco López dirige a una de las plantillas más completas de la categoría y que cuenta con la mejor delantera de toda Segunda. Tienen al pichichi, Uzuni con 17 goles, y firmaron el último día del mercado al fichaje más contrastado de la categoría, Weissman. Tienen a Ignasi Miquel, que el año pasado fue el mejor defensa del Huesca y que este año recaló en el equipo andaluz en una operación con el Getafe con varios movimientos. Por otro lado, tiene a Jorge Molina que ha jugado 17 veces contra el Huesca, todo un clásico que ha marcado tantos a los oscenses en Primera, Segunda y Segunda B.
Posibles alineaciones:
SD Huesca: Andrés; Ratiu, Jorge Pulido, Jeremy Blasco, Florian; Hasimoto, Sielva, Valntín, Marc Mateu; Joaquín y Obeng.
Granada: Raúl Fernández; Richard Sánchez, Miguel Rubio, Ignasi Miquel, Jonathan Silva; Melendo, Petrovic, Víctor Díaz, Callejón, Uzuni y Weissman.