2 goles y una asistencia en tres partidos son los culpables de volver a creer en la estrella que puede ser Sergio Bermejo. Los datos, y también las sensaciones, devuelven la ilusión de ver a la joven promesa de la que tanto se esperaba.
Si el Real Zaragoza está actualmente en un momento dulce es gracias, en parte, a Sergio Bermejo. El extremo de 25 años atraviesa una de sus mejores rachas desde que llegó al Real Zaragoza en el verano de 2020. Sin duda, el golazo ante el Levante hace tres semanas fue un punto de inflexión en el futbolista. El joven, intermitente durante estas temporadas, aunque casi siempre titular, no ha alcanzado su techo, y tiene que dar ese paso al frente para demostrar que merece ser el 10 de un Zaragoza aspirante a todo. A día de hoy, está en el camino adecuado.
Las lesiones, un duro revés para Bermejo
El madrileño no conoce lo que es la estabilidad en el conjunto maño. La presente temporada tampoco ha sido sencilla para él. Por momentos desapareció ese Bermejo capaz de hacer magia y de leer el juego. Irregular, inseguro y despistado, fue perdiendo la confianza de Carcedo, y la suya propia.
Con la llegada del técnico valenciano, su rendimiento, influenciado por la inercia positiva del equipo, mejoró notablemente. Había recuperado su mejor versión y anotó su primer tanto de la temporada ante el Ibiza para llevarse los tres puntos. No obstante, justo cuando veía la luz, llegó la tormenta. Por segunda vez en la temporada cayó lesionado, y estuvo de baja tres encuentros, que se añadían a los tres que se perdió a principios de noviembre. A pesar de las lesiones y molestias que le han atosigado, ha disputado 28 de 36 partidos, siendo titular en 24 de ellos, y acumulando un total de 1819 minutos (es el noveno en ese ranking).
Sin embargo, ningún varapalo le ha hecho venirse abajo. Solo le faltaba la confianza. Y ahora que ha llegado, Bermejo brilla.
El gol del despegue
El Ciutat de València presenció la resurrección de Sergio Bermejo. No terminaba de estar cómodo desde el retorno de la lesión. Aportando pero sin destacar. Ese día cambió su rumbo. El centrocampista se atrevió y la pelota entró. Firmó ese gol que necesitaba, que tanto se le resistía. Ese disparo para el que está más que capacitado, porque la calidad le sobra.
Desde ese partido está con la flecha hacia arriba. Enchufado e imprescindible en cada encuentro. Contra el Granada, cosechó uno de esos partidazos con mayúsculas. Presente en todas las ocasiones, le dio un gol en bandeja a Iván Azón, que el canterano falló. Más tarde, se asoció con Fran Gámez, y en una maravillosa jugada entre ambos asistió al lateral que anotó por la escuadra. Ante el Racing fue un peligro constante y sumó otro golazo con un zurdazo imparable. Le sale todo.
Superación
A falta de seis partidos por disputar, Bermejo ya ha conseguido superar los registros de las pasadas temporadas. No ha sido el año de su explosión, pero sí ha logrado subir un peldaño.
El ‘10’ lleva ya 3 goles y cuatro asistencias, mientras que en su primera campaña acabó con un gol y cuatro asistencias y en la 21/22 con 3 dianas y dos asistencias. Además, según cifras de FBREF, tiene una media de 2 disparos por partido, por 1.64 y 1.26 en las anteriores.
Talento por explotar
El Zaragoza posee en sus filas a un extremo con magia, con visión de juego y determinante cuando está al 100%. Virtudes que el club valoró a la hora de apostar por su talento, alargando su contrato hasta 2025. A pesar de las dudas, tiene ese ángel necesario y con Escribá sacando lo mejor, con confianza y con un equipo que domine el juego, puede ser muy importante. La afición es exigente, y quiere todavía mucho más de él. Como el padre que le exige a su hijo porque sabe de lo que es capaz.
El blanquillo espera alargar su buen estado de forma para mantener la esperanza a la que se agarra la afición zaragocista. Cuando Sergio se divierte, es un gusto verlo. ¡Que siga sumando!