El guerrero, ese espíritu indomable forjado por la dureza de la vida y hecho a sí mismo a base de levantarse cada vez que ha caído. Una y otra vez , sin desmayo. Vuelve Chimy Ávila a SU casa. Aquí nos dejó entrega, amor a los colores y honestidad. Cada partido lo daba todo y, con sus limitaciones técnicas evidentes, nos recordaba que este juego es para gente normal.
Y él lo demuestra cada entrenamiento. Volverá a defender nuestros colores a futuro, seguro, pero el próximo partido juega contra nosotros. Quizá desde el banquillo, pero estará. Nos duele en el alma a muchos aficionados no poder estar en la grada para rendirle homenaje y, eso sí, luego ganarle.
Porque nuestro Huesca ante Osasuna se juega la vida, deportivamente hablando.
Ayer, el Barcelona nos pasó por encima con una superioridad insultante en el primer tiempo. No era día para salir con dos delanteros y sí para poblar más el centro del campo. Pero el míster manda… Y dos jugadores salen muy señalados del Camp Nou: Mir no puede fallar un gol así. No, si quiere ser delantero de Primera. Y Pulido no está. Vio el tercer gol de cerca, sin mover un músculo. Inaceptable. Pese a eso, el cambio después fue Insua. Cosas del fútbol.