El primer contacto de La Vuelta con la montaña pirenaica, o con la media montaña para ser más exactos, se ha saldado con una etapa muy rápida, el estreno del Puerto de Fanlo y la victoria de un todo terreno como es el belga Tim Wellens, recogiendo el testigo de su compatriota Greg Van Avermaet que ganó en 2008. Desde la salida en Huesca, más concretamenta en Walqa, el ritmo ha sido rapidísimo, con medias superiores a los 50 kms/h camino del Sobrarbe. Se formó la fuga del día donde se metió Fernando Barceló pero poco a poco el fuerte ritmo seleccionó a los mejores del día. El puerto de Fanlo hizo el resto.
El espectacular puerto sobrarbense ha reventado la cabeza de carrera dejando al final un trío en cabeza formado por Wellens, Arensman y Martin. Juntos han hecho la marcha por un largo Fanlo donde las cámaras de los helicópteros se han recreado como pocas veces lo harán en la presente Vuelta. El ciclismo es promoción del territorio, es un gancho para los turistas y hoy el entorno pirenaico de Ordesa estará apuntado en muchas agendas. Invertir en ciclismo es rentable, muy rentable.
Por detrás el gran grupo subía sin ataques ni sustos en los descensos. Tampoco pasó nada en Petralba. Todo se iba a resolver en las calles de Sabiñánigo. Esperaba el último medio kilómetro con fuerte pendiente. Tim Wellens hizo buenos los pronósticos y sin apuros se impuso en el Muro de La Corona, el otro estreno del día. Sabiñánigo ha encontrado su meta. Poco después llegaba el pelotón, del cual se había descolgado ligeramente el ciclista local Jorge Arcas, quien desgraciadamente no pudo disfrutar plenamente del momento por un incidente con un coche de la organización que casi lo tiró. La felicidad nunca es completa.
La general sigue igual con el esloveno Primoz Roglic como líder. Mañana otra etapa completa en territorio altoaragonés con el nuevo recorrido entre Biescas y Formigal, Sarrios más concretamente. Se espera día de buen ciclismo, como en 2016.