Mes agitado tanto para la SD Huesca, que decidió cesar a Nacho Ambriz de manera inesperada, y para Xisco Muñoz que empezó el mes entrenando a un equipo y lo acabará dirigiendo a otro. Después de poder disfrutar del primer entrenamiento con el equipo, el mallorquín ha compartido sus sensaciones, objetivos y peticiones en su presentación.
En su primera toma de contacto, lo visto es positivo: “Les he visto muy bien, motivados y con ganas de cambiar la dinámica. Quiero que se sientan liberados, que disfruten de jugar, pero también que salgan de la zona de confort”.
Pero para ello, la afición debe ser una pieza fundamental: “He podido vivir partidos aquí y creo que en el empuje de la afición. Debemos devolver la ilusión a la gente y volverles a hacerles creer que vamos a por un objetivo. Habrá momentos muy malo y otros muy buenos pero vamos a necesitarlos siempre. Y eso no significa que no nos critiquen, pero que también nos empujen”.
En lo personal, Xisco Muñoz reconoce que llega a la SD Huesca con “fuerza, pasión y muy ilusionado” y, sobre todo, “creyendo en estos jugadores”. Una plantilla corta pero que no ve un problema “mientras tenga a los 20 totalmente comprometidos”.
“Quiero un equipo que sea atrevido y luchemos cada partido, que se vacíe. La actitud no es negociable. Vamos a pensar a corto plazo. Intentar de dar con las soluciones cuanto antes. Vengo de una categoría tan complicada como esta, pero esto es el fútbol, nadie nos va a regalar nada pero creo en este proyecto”, concluía.
Reconocimiento de culpa
Rubén García aprovechó para dar la cara después del cese de Nacho Ambriz: “Somos todos responsables de lo que ha pasado pero ya no debemos echar la vista a atrás. Ahora, debemos centrarnos en el corto plazo porque si miramos a largo nos podemos degastar. Hasta los 50 puntos que dijo Pulido me parece demasiado. Ahora, hay que ganar al Amorebieta y nada más. Hay que criticar, sí, pero no debe ser desmesurada. Tenemos muchos ejemplos de que cuando las exigencias son superiores, la situación acaba muy mal”.