Xisco Muñoz tiene claro que necesita un periodo de paz. Valladolid es la última cita como entrenador de la SD Huesca. Acaba la temporada y el entrenador quiere analizar todo con perspectiva. Parar y mirar. “Me gustaría tomar un tiempo de reflexión y relajación”, acaba de decir en rueda de prensa.
Como era de esperar lo nuclear de su argumentación ha sido la de cualquier otra previa a un partido en el tramo final de la temporada, cuando el objetivo de alcanzar el ‘play-off’ buscó sitio en el lugar de los imposibles. Desde ese momento la misión fue -es- quedar lo más arriba que se pueda en la clasificación. Y atendiendo a ello no hará concesiones a la grada. Por ejemplo, ha confirmado que el meta titular seguirá siendo Andrés para abrochar así una temporada más que brillante del murciano y, por delante, los mejores que pueda alinear. En el capítulo de bajas sí ha deslizado que Seone no estará. La brújula del equipo ha jugado semanas “con dolores brutales. No podemos estirar más el chicle”. Además, se ha negado de tildar de calificar de “filiales” a los canteranos. “Hay que valorarlos como son, jugadores con progresión”.
“Dejar el Huesca de la mejor manera”
En relación a los últimos movimientos del Huesca y, en especial, a la casi segura llegada de Martín González como director deportivo, Xisco Muñoz ha fintado para subrayar que “tenemos que dejar esto de la mejor manera posible y desear suerte a quien venga”.
En relación al rival del domingo, el entrenador del Huesca ha elogiado a un equipo que está “en una posición muy bonita” y que le va a obligar a sus jugadores a dar lo máximo. No hay más objetivo que encadenar la que sería la segunda victoria a la que el entrenador le ha dado mucha importancia seguro de que sus jugadores lo dan todo, “porque hay muchos ojos en todos los lados”.