Ya está. El Real Zaragoza se ha salvado y parece que la temporada ha terminado para los blanquillos. Sin embargo, todavía quedan dos jornadas de Liga por delante ante Numancia y Tenerife. Dos jornadas en las que el Real Zaragoza se jugará una mejor clasificación y por tanto, unos mayores ingresos de cara a la próxima temporada.
Algo fundamental para construir el futuro del club y permitir que el nuevo proyecto salga adelante. El proyecto actual, construido a dos años con el objetivo del ascenso, no ha salido bien. Toca replantear el futuro en varias vertientes, en concreto, cuatro.
La primera y más inmediata será la continuidad de Víctor Fernández. La decisión es inminente. Se tomará durante esta semana y en función a esa decisión, se irán configurando otras igualmente importantes.
Si Víctor continúa será con un proyecto serio y de garantías, lo que nos deriva a la vertiente económica. Si uno de los manimos patronos del club, César Alierta, está dispuesto a inyectar un nuevo colchón económico al Real Zaragoza será otra de las preguntas a despejar en los próximos días. Si no, se buscarán otras vías de ingresos. Una de las posibles, aunque más perjudiciales para el club, es la venta de jugadores.
Plantilla y dirección deportiva
Y aquí se abre el tercer epígrafe del guión zaragocista para las próximas semanas: la configuración de la plantilla. Lasure, Igbekeme o Soro son algunos de los jugadores que cuentan con más cartel para poder ser traspasados. La renovación de Pombo o la de Delmás siguen en el aire. Además, habrá que reconfigurar el ataque tras las decepciones con Vázquez y Gual.
Esa configuración de la plantilla la realizará la cuarta pata de este nuevo proyecto: la dirección deportiva. Lalo Arantegui no ha resuelto con éxito el objetivo que la directiva le había encargado. Desde el club se deberá decidir el nivel de responsabilidad de Arantegui, su situación salarial con el Real Zaragoza y qué papel desempeñará exactamente a partir de ahora.