HUESCA | El Huesca tiene que trabajar en el relevo de Manolo Torres dentro de un horizonte lleno de incógnitas que en este momento no lo saben resolver ni en el propio club. Tras la salida del presidente, las decisiones recalan en siete consejeros: Fernando Callizo (presidente de la consejo de administración), Alberto Larraz, Carmelo Bosque, Pedro Ibaibarriaga, Sergio Gracia, Josete Abarca y Agustín Pueyo. Antes esta junta la formaban ocho consejeros, pero el ex del conjunto azulgrana renunció al puesto. Hasta mayo del 2022 la figura del consejero delegado, que ocupaba Torres, decidía asuntos que afectaban en el día a día al club, pero la entidad decidió crear una comisión ejecutiva que diluía el poder del consejero delegado en cuatro miembros, aunque Manolo la abandonó en marzo. Ahora esas decisiones las toman entre Sergio Gracia, Fernando Callizo y Alberto Larraz, que es el presidente de la comisión ejecutiva.
Según explica el club en su web: “Los miembros del Consejo de administración NO perciben remuneración alguna por el desarrollo de sus funciones como consejeros.” Sin embargo, hay una norma interna que podría provocar cambios en este consejo y que está relacionada con el CONFLICTO DE INTERESES. “Un conflicto de interés puede surgir si las personas vinculadas o relacionadas con el Club tienen, o dan la impresión de tener, intereses privados o personales que perjudiquen el cumplimiento de sus obligaciones de manera independiente e íntegra. Se entiende por intereses privados o personales todo posible acuerdo que redunde en beneficio propio, de parientes, amigos o conocidos”, explica el club en su código ético.
El director general
Fuera del consejo de administración, pero el siguiente en la línea de mando está Josete Ortas, que es el director general del club. Su función, según explicaba el propio Josete en una entrevista al club se centra en: “Mi trabajo en la SD Huesca consiste en ayudar y coordinar todos los departamentos, impulsar las líneas de trabajo y establecer los objetivos generales de los departamentos.” El director general, que lleva en ese puesto desde el 2015 tras tomar el relevo de Raúl Ojeda, se centra en cuadrar la economía del club. Él es el encargado en decirle al director deportivo el dinero que tiene para confeccionar una plantilla. Un trabajo para el que se formó tras realizar el Máster en Gestión de Entidades Deportivas en la Universidad Politécnica de Madrid.
AMG y Cuco a lo suyo
Lejos de todo el ruido de los despachos está Ángel Martín González, como director deportivo, que trabaja en la formación de la próxima plantilla con Cuco Ziganda. El máximo responsable deportivo tiene el apoyo de Ramón Tejada, que es el coordinador general deportivo y que cuenta con dos scouts: Nacho Ramos y Pedro Braojos. Entre esos cinco integrantes deciden qué jugadores van a formar parte del proyecto, aunque sus decisiones tienen que ser supervisadas por el director general primero, luego por la comisión ejecutiva y podría llegar a ser consensuada por el consejo de administración.
Solo digo una cosa: ¡Que dios nos coja confesados!