No recuerdo un momento así de tensión. No recuerdo algo tan irreverente como ese gesto de descaro ante Goliat. No recuerdo una pegada a la pelota semejante. No recuerdo otro grito de gol que hizo temblar a tanto oscense.
Gol del Huesca, gol de Chimy, gol de la jornada en la mejor liga del mundo. Gol que puso en su día Don Ezequiel a la altura de rosarinos como Leo Messi, el Negro Olmedo, Fito Páez o Roberto Fontanarrosa. Gol que hizo sentir que amo mis colores… y que por dios, por San Lorenzo, y por Rosario, al que nos encomendamos.
¡SI SE PUEDE!
Pedro Pérez Lobe