¿Y si lo cesan qué? Esa es la pregunta. Plantilla hecha a su medida con muy pocos refuerzos y vendiendo cesiones como la de Sergio Gómez o Doumbia como fichajes estrella de la temporada. Si lo quitan de en medio se verá lo descompensado de la plantilla, la clamorosa falta de un central, un rival para Mosquera y un media punta de calidad (como mínimo), que el secretario técnico y por elevación la directiva en pleno han diseñado.
Ese tal vez es la clave de la numantina defensa que de un entrenador novato han hecho desde el club. Al parecer no aprendimos nada con Leo Franco.
El Elche, este mismo año, cesó al míster del ascenso y fichó a uno con experiencia en Primera y así le va. Comentario ventajista, sí, porque mi Cádiz no lo ha cambiado y también aguanta bien. Pero en ambos casos con un sistema humilde de portería a cero y luego ya veremos.
Ir a porta gayola a por el rival, sin ser el Barcelona o el Madrid, queda claro que es suicida. El sueño utópico de un romántico del fútbol como es Petón. La confianza inicial en Michel la entiendo y la comparto, no obstante. Pero su negativa a adaptarse a los jugadores y no estos a su sistema de juego obligan, números en mano, a su cese. O bien a reforzarlo ahora, en su momento más bajo, con la certeza que el curso próximo gozaremos de un experimentado y dos veces campeón entrenador, en la liga que disputaremos.