La lesión de Rivera frente al Espanyol cayó como jarro de agua fría en la SD Huesca. Misma historia que la de Insua. Su grave lesión en Girona, cuando mejor estaba, fue un contratiempo costoso de superar para el equipo de Francisco. Los sustitutos naturales de ambos futbolistas, cuajaron un espléndido partido el sábado contra el Sevilla. Yangel y Diéguez progresan adecuadamente.
Tras el mal partido frente al Athletic y pese a la lluvia de críticas generadas del penalti cometido, Diéguez se mantuvo firme. Los primeros 45 minutos de Cornellà no fueron los mejores del central y pese a empezar algo nervioso, resurgió en la segunda mitad.
El sábado –quizás más y mejor arropado por Etxeita y Pulido- el bueno de Diéguez cuajó un partido notable en el que a punto estuvo de anotar. Algo blando, pero atento y seguro por arriba en general. Su premio no llegó por poco. Un remate en un córner en la primera mitad salvado por Vaclík. Y el ex del Alavés se quedó con la miel en los labios.
El vacío que dejó Rivera en el centro del campo lo ocupó Yangel. El venezolano venía de no ser titular frente al Espanyol y en Cornellà dejó más dudas de las esperadas. El Alcoraz hizo que se viese una de las mejores versiones del ex del Manchester City. Imperioso cortando balones y realizando el trabajo sucio del equipo. El único pero, quizás, fue el penalti cometido sobre Mercado.
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El ‘20’ fue uno de los mejores jugadores sobre el césped de El Alcoraz. Su gol abrió la lata en lo que sería una tarde de ensueño. Cuatro partidos, tres titularidades y una pieza muy útil para Francisco. Ese eje sobre el que cimentar el medio con la delantera. Un jugador de calidad que dotó al equipo de la clase necesaria que se requería.