El Real Zaragoza se marcha de vacío de Montilivi al caer por 3-0 ante el Girona FC. Un penalti en contra en el minuto 6 puso cuesta arriba el encuentro a los blanquillos que acabó cortando la racha de casi un mes sin conocer la derrota. «Es una sensación en la que nosotros necesitamos puntos. Quien no haya visto el partido y vea un 3-0, no creo que haya sido un encuentro con ese resultado. Ya que no nos tiene que hacer perder confianza». Así lo ha afirmado Alberto Zapater minutos después de terminar el partido.
A los aragoneses les quedan siete finales, aunque para el capitán «este partido nos condiciona muchísimo» por el gol tempranero desde los once metros. Stuani aprovechaba la pena máxima, pero Zapater afirma que «no es excusa». El Real Zaragoza se juega la permanencia en la categoría. Sin embargo, el Girona aspira a clasificarse para el playoff que para Zapater no significa que el triunfo refleje el resultado: «Ellos tienen jugadores con pegada y te hacen tres. Aunque, no creo que haya sido un partido de 3-0».
Ahora bien, por parte del Real Zaragoza la jugada del penalti no lo es, «es un centro sin más que le da en el muslo» a Jair explica Zapater al conversar con el colegiado. «Hablo con el árbitro y me dice que si que hay movimiento con el brazo», avanza el ejeano. Aunque, a estas alturas de temporada «que te piten un penalti tienes que sentir que sea algo más. Una pena máxima te condiciona mucho», asegura el jugador blanquillo.
Penalti dudoso en Montilivi
«Los del Girona creerán que ha sido, nosotros que no. Siempre decimos que nos equivocamos, pero hay que seguir y trabajar para el Sporting de Gijón», manifiesta Zapater después del batacazo en Montilivi. El Real Zaragoza recibe a un equipo de playoff en La Romareda obligado a sumar para no volver a caer a la zona de descenso.
Los de JIM se juegan la vida siendo optimistas en sumar los puntos necesarios para mantener la categoría. «Nosotros veníamos bien a este partido, lo que no nos tiene que quitar todo lo que hemos hecho hasta ahora. Tenemos que seguir creyendo y pensar en Gijón, otra final», concluye Zapater.