ZARAGOZA | El Ayuntamiento de Zaragoza, el Gobierno de Aragón y el Real Zaragoza dieron ayer un paso definitivo para la construcción del nuevo estadio. Las tres entidades constituyeron una sociedad mercantil con nombre propio: La Nueva Romareda. El acuerdo tiene una finalidad clara: encargarse de la construcción del estadio y de sus derechos de explotación.
El capital de dicha sociedad alcanzará los 120 millones de euros como músculo financiero. El reparto se establece entre las tres partes, con un simbólico 33’34 % del Ayuntamiento frente al 33´33 % que integran el Gobierno de la comunidad y el Real Zaragoza.
El objetivo de la empresa es construir un estadio moderno, de este siglo, con capacidad para albergar eventos de gran magnitud. En el horizonte, está el Mundial de Fútbol de 2030, con Zaragoza como sede ibérica. Los rasgos del nuevo estadio fueron anunciados el pasado mes de junio. El Grupo Idom diseñó un estadio con raíces aragonesas, modulado por el Cierzo.
“La respuesta está en el viento”, anunció el eslogan del anteproyecto. Y estuvo también en los escritos legales de una sociedad que quiere finalizar una idea que ya tiene más de veinte años de antigüedad. Los estatutos de la nueva sociedad se basan en la creación de un Consejo de Administración compuesto por seis miembros. Natalia Chueca, alcaldesa de la ciudad, será la presidenta del consejo y Víctor Serrano representará también el Ayuntamiento en la sociedad. Roberto Bermúdez de Castro y Tomasa Hernández representarán al Gobierno de Aragón y Mariano Aguilar y Juan Forcén serán las cabezas visibles del club en la construcción de La Nueva Romareda.
La sociedad se constituye con un capital social de 50´5 millones de euros (24´5 millones del Ayuntamiento, 20 millones del Gobierno de Aragón y 6 millones por parte del Real Zaragoza). Las partes que integran dicho acuerdo se comprometen a alcanzar, a través de ampliaciones de capital, los 120 millones ya escritos. En el caso del Ayuntamiento lo haría con 15´5 millones, en el del Gobierno de Aragón con 20 y una aportación del club de 34 millones de euros. La previsión es que haya sobrecostes en la obra, estimados en cantidades cercanas a las 60 millones.
La demolición parcial se iniciará tras el concierto de Enrique Bunbury, el 6 de julio de 2024. La proyección es que la construcción del estadio termine en 2029, a punto para la fecha del Mundial 2030. Jorge Azcón anunció que esta “es la definitiva, vamos a conseguir que La Romareda sea una meta irreversible”. Jorge Mas, cabeza visible del entramado que dirige el Real Zaragoza, también dejó palabras en la cita: “Tendremos un estadio de la más alta categoría dentro del fútbol europeo. Nuestro compromiso con el club es inquebrantable. No vamos a fallar”.