HUESCA | Máxima elegancia de Ziganda al ser preguntado en rueda de prensa por la decisión del VAR en el Leganés SD Huesca. Reconoció que los jugadores no ayudan y que los árbitros lo tienen difícil. Y eso no es óbice para decir que esta no es la línea a seguir. Que no se pueden señalar penaltitos, que no se pueden estar tantos minutos para tomar una decisión, además, condicionada porque las propias imágenes distorsionan la realidad, y que no se juegan los minutos que se quedan en el limbo. El navarro, en esta línea, a lo que sumó los balones que desaparecen deriva en que más que un partido de fútbol “esto era una capea”.
Ziganda, preguntado por su expulsión, subrayó en que “no le he dicho nada” y recordó que su equipo, esta temporada, ya ha sufrido 12 penaltis en su contra. Ziganda recalcó que el empate era lo más lógico de un partido donde primó la estrategia, sin excesivas llegadas pese a que el Leganés se encontró pronto con un gol. Casi fueron sus únicas reflexiones sobre el encuentro, porque la mayor parte de su intervención estuvo dirigida a esa jugada “puntual que ha decidido el partido”. En este sentido, puso el acento en que esas decisiones son “un jaleo” por lo que abogó por darle “una vuelta” a todo esto. Más cuando se llega al final de la temporada y se tiene que tomar una decisión bajo la presión de los jugadores, del banquillo y del público.