HUESCA| `Cuco´ Ziganda está con las “ganas e ilusión del primer día” y no está molesto tras los pitos que recibió el Huesca tras el empate en el último partido frente a la Ponferradina. El entrenador navarro se ha impregnado del sentimiento que supone no reblar: “El año no se me ha hecho largo y eso es buena señal. La gente quiere pasárselo bien y resultados positivos. Los resultados no han sido súper y, en cuanto a juego, hay de todo”. Así lo ha zanjado en la rueda de prensa antes del partido contra el Lugo.
El entrenador no tiene la presión que ha tenido en los últimos partidos con la permanencia en el bolsillo y le permite mirar al futuro y a la próxima temporada. “Yo creo que tienes más conocimiento de la plantilla y jugadores. Pensamos cosas que podemos mejorar y que nos identificáramos. Otras tenemos que tratar de mantener y darles continuidad. Cada uno reflexiona sobre las cosas que han ido sucediendo y nos han podido faltar. En este final de temporada se nos ha juntado todo, el equipo estaba dando buenas sensaciones a mitad de la segunda vuelta. Tanto en casa como fuera no es que hayamos crecido si no que nos hemos caído un poco”, ha dicho.
Rotaciones en Lugo
Una de las lecciones que ha aprendido el de Larrainzar es a hacer rotaciones. Tras el varapalo sufrido en la Copa del Rey, cuando metió once cambios, en los dos últimos encuentros no quiere dar la sensación de que su equipo ha bajado los brazos. Por eso defendió que “queremos acabar lo mejor posible y ayudar a todos y el equipo será lo más compensado posible. Quiero que seamos capaces de dar una buena imagen y sobre todo de ganar. A nivel mental nos estaba costando asegurar la permanencia. Algunos descansarán y preparamos con total seriedad el partido del sábado para llegar lo mejor preparados posible”.
Último partido a domicilio
El Huesca está viviendo su peor temporada a domicilio en Segunda División, con solo 13 puntos y una sola victoria. En el Anxo Carro de Lugo buscará un triunfo que se les resiste a los oscenses desde el pasado mes de octubre: “Ya sé que todo el mundo piensa que es muy fácil, pero yo como entrenador tengo que ser muy precavido y respetuoso”, ha afirmado.